Nadie imaginaría que en pleno corazón del cantón de Flores se podría encontrar un espacio para revivir el pasado, cuando en cada casa se compartía con todo tipo de animales de granja, pero don Elías Bolaños y doña Marta Bonilla mantienen vivas esas escenas.
Los gallos los despiertan a las 4 de la mañana y a partir de ahí inician las labores para limpiar los corrales, alimentar a terneras, burros, cerdos, patos, gallinas, cabras y más, tareas que realizan con gran cariño, porque aman a cada uno de los animales de su granja.
Y esa experiencia maravillosa llevó a algunas maestras a pedirles permiso para llevar los niños a conocer los animales. Fue así como nació el proyecto Burros de Portal y ya suma más de 25 años de abrir sus puertas para que pequeños y grandes compartan la experiencia.
Incluso si las escuelas lo solicitan también llevan la granja para actividades especiales con los niños o para fiestas, donde se puede combinen los juegos y payasos con el recorrido por la granja que incluye darle chupón a las cabras, alimentar al burro y la ternera, caminar con los chanchos o acariciar a los patos y gallinas.
“Esto para mí y para doña Marta es salud, me levanto tempranito, me vengo para el patio, veo que amanecieron bien y me siento bien”, comentó don Elías, quien desde muy joven se fue a trabajar a Parrita y luego como conductor de camión en la zona bananera, pero pasados los años decidió volver al terreno que le heredó su padre para trabajar el campo.
“Yo empecé con caballos para fiestas y topes, pero llega un momento que uno dice: esto no me está sirviendo. Ya teníamos burros y ovejas, y por aquí hay mucha escuela privada y nos mandaban para acá a los chiquitos y a ellos les gustaba mucho, se les veía la cara de felicidad dándole chupón a una cabra, tocando un burro. Y una directora de por acá nos dijo que siguiéramos adelanten porque en la actualidad la mayoría de las personas viven en un apartamento o en una urbanización y no tienen la posibilidad de venir a compartir con los animales. Y nos fuimos por ahí”, comentó.
Poco a poco se fueron dando a conocer y más escuelas los buscaban para hacer los recorridos en la finca y después para que llevaran los animalitos a los diferentes centros educativos.
“Esto no es que nos deja un montón de plata, pero por lo menos alcanza para comprar el alimento de los animales y ahí vamos saliendo. Lo que cobramos por visitar la granja aquí son 3 mil colones por persona, que abrimos los fines de semana para que vengan familias y uno ve la felicidad de las personas chiquitas y grandes”, comentó don Elías.
La granja tiene también una historia escondida, y es que en ella se grabó por mucho tiempo el programa de Canal 13 La Pulpería con Naín, así como una película de la historia de San Antonio de Belén.
