Este año, 18 granjas porcinas podrán ondear la Bandera Azul Ecológica, en reconocimiento a los esfuerzos realizados durante el año 2020 para que sus procesos productivos se realicen aplicando las mejores prácticas para la gestión sostenible de los recursos naturales en la producción agropecuaria.
Para calificar como establecimientos merecedores de la Bandera Azul, estas fincas fueron evaluadas en 9 criterios: uso razonable del recurso hídrico, manejo y conservación de suelos, buenas prácticas en el uso de insumos agropecuarios, gestión de residuos, combustibles fósiles, energía eléctrica, proyección socio-empresarial, bienestar animal y adaptación al cambio climático.
“Estos programas permiten que cada día seamos más exigentes y nos comprometamos a producir con mayor conciencia ambiental y a la vez aplicar en las fincas tecnologías que permitan mayor competitividad en la producción; pero más que eso, es una ventana de oportunidades para que todas las personas productoras se incentiven a mejorar su producción y continuemos produciendo alimentos de excelentísima calidad», comentó el ministro Renato Alvarado, quien participó en la entrega de los reconocimientos, la cual se realizó recientemente en las oficinas centrales del MAG en Sabana Sur, bajo el cumplimiento estricto de los protocolos para la prevención de COVID-19, con la presencia de representantes de las fincas y del Departamento de Producción Sostenible del ministerio.
La participación de Granjas Porcinas en la categoría Agropecuaria del Programa, inició en el 2018, con la participación de Porcina Americana. Posteriormente, en 2019, se incorporaron 11 Granjas Porcinas más; y en 2020 se inscribieron 6 adicionales, lo que suman las 18 que este año reciben la BAE.
El jerarca además destacó los esfuerzos e inversiones que realizan estas empresas en procura de mayor eficiencia en la producción, la reducción de sus impactos ambientales y sus acciones para compartir sus buenas prácticas con colaboradores y otros actores en su cadena de producción y consumo. Reiteró que dicho proceso es perenne y requiere acciones permanentes de mejora continua.