A LOS 60 AÑOS SE ENAMORÓ DE LA AGRICULTURA

Carlos Blanco se convirtió en agricultor a los 60 años, luego que la pandemia lo dejó sin trabajo.

A sus 60 años, Carlos Blanco, fue una de las muchas personas que perdió su empleo debido a la pandemia, y buscó otras opciones para continuar, fue así como se enamoró de la agricultura, al iniciar un proyecto familiar.

“Toda la vida me había dedicado a otras cosas, soy administrador de empresas, la agricultura fue un reinventarme a una edad tardía cuándo me quedé sin trabajo y por la edad era difícil volver a colocarme, probé inicialmente en el área de restaurante y no me fue muy bien, y decidí meterme a la agricultura, la finca de la familia de mi esposa estaba ociosa, les presenté el proyecto, ellos son los inversionistas y yo la administro”, comentó.

La propuesta que llevó a su familia fue cultivar aguacates, aprovechando la capacitación del Ministerio de Agricultura para convertir Heredia en una zona aguacatera, iniciaron con 200 árboles en un área, pero luego se convencieron de cultivar otra parte de la finca, con otros 200 árboles.

Las plantas tienen la particularidad de que alcanzan poca altura lo que facilitará recolectar los frutos.

Combinan en el cultivo de aguacates con una zona de protección de los márgenes del Río Ciruelas, que bordea la propiedad.

Utiliza, además, barreras naturales de protección del viento para los árboles, que a su vez, mantienen alejados a los venados que abundan en la zona, incluso en un sector de la plantación debieron colocar malla, ya que los brotes de los aguacates son un atractivo para los venados.

También hicieron algunos pasos aéreos para los perezosos, y así no se arriesguen al cruzar la calle con que colindan.

“El cambio ha sido para bien, pasé de ser una persona de oficina al 100% de estar bajo techo, a pasar al aire libre, a trabajar la tierra que deja muchísima satisfacción, ya me comí un par de aguacates que yo mismo sembré, porque puedo decir que participé activamente en la siembra”, comentó.

Están  cultivando las variedades de Hass y Lamb Hass, para tener dos ciclos diferentes de cosecha, y así poder ofrecer aguacates todo el año, una vez que los árboles estén en edad de cosechar, la diferencia es el tamaño del fruto, mientras un aguacate Hass pesa 200 gramos, el Lamb Hass puede pesar hasta 500 gramos, la calidad, y el sabor son iguales en cualquiera de las dos variedades.

“El segundo año empiezan a tener algunos frutos, pero es recomendable hacer poda de flor, como son injertos, ya va a florecer desde el principio porque es parte de un árbol maduro, ya él está listo para producir, por decirlo así, pero para el desarrollo del árbol es recomendable cortar la flor, a algunos no les quitamos nada para ver cuánto aguantan”, comentó.

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