Al café se le ha denominado “El Grano de Oro” debido al papel clave que jugó en la economía del país en el pasado, y aún muchas regiones dependen de su cultivo y proceso, en Heredia existen importantes extensiones de cafetales aún que, con el olor de sus flores, anuncian la cercanía de la navidad.
Y como reconocimiento a ese papel, el diputado liberacionista Wagner Jiménez y el alcalde de Dota Leonardo Chacón presentaron un proyecto de ley para que se declare símbolo nacional.
“Representa el esfuerzo, el trabajo diario en el campo bajo el sol, el trabajo del labriego sencillo representa la economía de miles de familias en todo el territorio nacional, la estabilidad social, también el prestigio y la dedicación de realizar el mejor esfuerzo, para obtener la excelencia del mejor café del mundo”, mencionó el legislador.
Los Símbolos Nacionales permiten conocer las raíces de nuestro país y el sector cafetalero ha sido parte importante de la historia del país. Logró ser por muchos años la base de la actividad agrícola de Costa Rica, impulsando el desarrollo del país, explicaron al presentar el proyecto.
“Consideramos que es importante que el Primer Poder de la República lo convierta en un símbolo nacional. Debemos mantener la cultura de la producción del café y preservarla para las próximas generaciones. Nuestro país se distingue por la calidad del café en el concierto de las naciones, nos sentimos muy orgullosos, porque le ha dado reconocimiento mundial a nuestro país, al ser el productor de los mejores cafés del mundo, por lo tanto, deseamos darle un lugar privilegiado en la historia”.
La iniciativa contempla, además, que el Ministerio de Educación Pública incluya en los programas de estudio, al café de Costa Rica como símbolo patrio.
UNA HISTORIA QUE INICIÓ EN 1720
Según los datos del ICAFE, 1720 es el año en que las primeras semillas de café llegaron a América, provenían de la isla Martinica, Antillas, y fueron sembradas en lo que era la Provincia Costa Rica a finales del siglo XVIII, se trató de la especie Arábica.
A partir de 1808 con Tomás de Acosta como gobernador inició el cultivo del café con más fuerza, convirtiéndose en el primer país de Centroamérica en establecer esta floreciente industria.
Destacadas personalidades contribuyeron con el desarrollo del cultivo y se ha asignado al padre Félix Velarde como el primer sembrador, quien en 1816 hace referencia a que posee un solar con plantas de café. El primer cafetal estuvo 100 metros al norte de la Catedral Metropolitana, en el cruce de la Avenida Central y calle Cero. Y Mariano Montealegre como el principal impulsor del cultivo entre 1830-1840.
Para 1821 se contaba con 17 mil cafetos en producción, y se había realizado la primera exportación de 2 quintales de café a Panamá en 1820. Alrededor de 1840, Braulio Carrillo decretó que las tierras al poniente de San José, en Pavas, se dedicaran a siembras de café. El Jefe de Estado pensaba que el Gobierno debía dirigir la política cafetalera y encargarse de buscar mercados y que el más importante era el inglés. Por eso, paralelo al apoyo de la siembra ordenó construir el camino al Atlántico que le permitiría a Costa Rica tener una ruta directa hacia los puertos británicos.
Con la conclusión del camino a Puntarenas, en 1846, revolucionó el comercio del café ya que permitió sustituir las mulas por carretas, el grano se constituyó en el único producto de exportación de Costa Rica, hasta 1890, y en el pivote de la economía nacional.