El 𝟏° 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟏𝟗𝟒𝟖, en el cuartel Bellavista, José Figueres Ferrer, realizó el acto simbólico de abolición del ejército, decisión que adquiere toda su fuerza legal con la Constitución de 1949 y su artículo 12, que elimina el ejército como institución permanente.
Sin embargo, la decisión de eliminar el ejército, clave para sentar las bases de un sistema civilista, fue posible gracias a que la institución se encontraba debilitada desde décadas atrás. Los abusos de la dictadura de Federico Tinoco (1917-1919) habían contribuido al desprestigio de la institución militar desde la década de 1920.
Aunque el 1 de diciembre es el día que se reconoce oficialmente como el de la abolición del ejército, la decisión sólo se hizo efectiva en cuanto a desmovilización después del “Cardonazo”, como se le conoció al intento de golpe de Estado contra la Junta de Gobierno en abril de 1949.
73 años después vemos los frutos de esta decisión. En muchos países con ejército, su sostenimiento implica un porcentaje alto en las finanzas del Estado. En un estudio realizado por el Observatorio de Desarrollo de la Universidad de Costa Rica se plantean que, si el país no hubiera abolido el ejército, el Producto Interno Bruto de Costa Rica no se hubiera casi duplicado, comparado con el anterior a la década de 1950. Además, también aportaron datos de largo plazo, que reflejan que la inversión del Estado posterior a la guerra civil de 1948 disminuyó en seguridad pública y creció considerablemente en salud, educación y obra pública.
Conozca más de la historia del cuartel Bellavista y la abolición del ejército en Costa Rica en la página del Museo Nacional https://www.museocostarica.go.cr/museo/historia-cuartel/