Felices de que la pandemia haya quedado atrás para su tradicional romería, un grupo de 55 vecinos de Tilarán partieron la noche del miércoles 27, en una ruta de 220 kilómetros, entre Tilarán y Cartago, para demostrar su amor y agradecimiento a Nuestra Señora de los Ángeles, La Negrita.
A las 8 de la noche, luego de rezar frente a la Catedral de Tilarán, el grupo comenzó su romería bajo una llovizna, debidamente equipados y seguidos por un camión de asistencia, cargado con agua, alimentos, medicamentos, y otros artículos básicos para su camino.
Antes de partir, los romeros recibieron la bendición de Monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora, Obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia, en una misa de envío, celebrada en la Catedral de Tilarán. El obispo les recordó que, en su peregrinación, todos enfrentarán diferentes pruebas físicas; pero eso nunca debe hacer mella en su fortaleza espiritual.
El Obispo pidió a los romeros llevar una intención especial por los hermanos de Nicaragua: «Ofrezcan su cansancio, en esta romería, por este país hermano con una historia tan convulsa, tan conflictiva; un país que sigue pasando situaciones muy difíciles; -recen- para que Nicaragua pueda encontrar, a través del diálogo, la solución a sus problemas», exhortó Monseñor Salazar.
De manos de los diáconos Gustavo Wattson y Francisco Venegas, cada romero recibió una medalla de La Negrita para que lo acompañe en su larga ruta.
Anoche el grupo se encontraba caminando desde Alajuela, hasta San José, donde realizaron un descanso, durante el día, a fin de recobrar energías para seguir su camino este domingo por la noche.
Esperan llegar a Cartago mañana lunes 1 de agosto, a mediodía, para dar las gracias a la madre por haberles permitido completar el recorrido.