En una exitosa operación nocturna llevada a cabo el sábado 20 de mayo como parte de la Operación Policial Sostenida, la policía penitenciaria realizó el operativo Águila III en tres Centros de Atención Institucional (CAI) ubicados en Limón, Liberia y Luis Paulino Mora, en la región occidental. El resultado de este despliegue fue el decomiso de drogas, armas y dispositivos electrónicos.
Durante la intervención, se incautaron un total de 277.60 gramos de marihuana, 318.70 gramos de cocaína y 20.20 gramos de crack. Estas sustancias estupefacientes representan un golpe significativo al tráfico de drogas que operaba dentro de los centros penitenciarios mencionados.

Además del decomiso de drogas, las autoridades también confiscaron una serie de objetos prohibidos y dispositivos de comunicación. Se encontraron un total de 20 teléfonos celulares, 12 cargadores de celular, 8 cargadores portátiles, 1 auricular manos libres, 21 cables USB, 1 romana, 13 chips de teléfonos celulares y una batería de celular. Estos elementos son considerados como herramientas para la coordinación de actividades ilegales desde dentro de las celdas.
La operación también reveló la presencia de 19 armas blancas, que representan una amenaza para la seguridad tanto de los internos como del personal penitenciario.
El éxito de este operativo demuestra el compromiso de las autoridades penitenciarias en la lucha contra la delincuencia y el control efectivo de los centros de reclusión. La confiscación de drogas, armas y dispositivos electrónicos contribuye a garantizar un ambiente más seguro y libre de actividades ilícitas dentro de los centros penitenciarios.
Las investigaciones posteriores buscarán determinar la responsabilidad de los internos involucrados en la tenencia y tráfico de drogas, así como en la posesión de objetos prohibidos. Asimismo, se implementarán medidas adicionales para reforzar la seguridad y prevenir la entrada de este tipo de sustancias y objetos en los centros penitenciarios.
La operación Águila III es un ejemplo del compromiso de las autoridades para mantener la seguridad y el orden en los centros penitenciarios del país, así como para combatir el crimen organizado desde dentro de las cárceles.