El centenario Edificio Central de Correos y Telégrafos ubicado en la ciudad de San José (Avenida 1, Calles 1 y 3) cuenta ahora con una protección especial destacada a nivel internacional en caso de conflicto armado, desastre natural o humano, según se estableció en la Convención para la Protección de los Bienes Culturales, promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Autoridades de la Comisión Costarricense de Derecho Internacional Humanitario (CCDIH), el Ministerio de Cultura y Juventud y su Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, la Cruz Roja Costarricense y Correos de Costa Rica, participaron la mañana de este lunes en la develación del emblema del Escudo Azul, otorgado bajo el marco de la Convención de La Haya (1954) de UNESCO al inmueble, en su condición de Patrimonio Cultural.
“Hoy, 9 de octubre de 2023, realizamos un nuevo acto de develación de Escudo Azul, en uno de los edificios más emblemáticos de San José, fruto de un esfuerzo conjunto y aprovecho la ocasión para agradecer a cada uno de los integrantes de la Comisión por ello”, declaró Roberto Avendaño Sancho, presidente de la CCDIH.
Mauricio Rojas Cartín, gerente General de Correos de Costa Rica, destacó el compromiso de la Empresa de contribuir con el respeto y salvaguardia del emblemático edificio: “Celebramos hoy el privilegio de que nuestro centenario edificio de Correo Central haya sido elegido para obtener el Escudo Azul de Protección al Patrimonio Cultural. Es una joya arquitectónica que resguarda parte importante de la historia de nuestro país y también del mundo, a través de las colecciones de estampillas que conserva el Museo Filatélico”, manifestó.
Construido entre 1914 y 1917, durante el gobierno de Alfredo González Flores, el edificio fue declarado “Reliquia de Valor Histórico Arquitectónico” el 14 de octubre de 1980. Desde 1985, el edificio alberga al Museo Filatélico que resguarda una amplia colección filatélica de Costa Rica y del mundo, así como una selección de antigüedades que representan la historia del correo y las comunicaciones.
“El Edificio de Correos y Telégrafos de San José, sede de la primera matriz de correos nacionales, es una valiosa edificación construida en concreto armado, con poco más de 100 años de existencia. La colocación del Escudo Azul en esta edificación, se fundamenta en su valor histórico-arquitectónico, y, además, en que alberga la sede del Museo Filatélico de Costa Rica, por tanto, es un depositario de cultura e información, tal y como lo establece la Convención de La Haya de 1954, marco jurídico sobre el cual se sustenta este emblema”, expresó Nayuribe Guadamuz Rosales, ministra de Cultura y Juventud.
Sobre el Escudo Azul. El 3 de junio de 1998 se ratificó en Costa Rica la Convención para la Protección de los Bienes Culturales, promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Con el fin de identificar los bienes culturales protegidos por el Segundo Protocolo de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado, la Convención creó un emblema que consiste en un escudo en punta, partido en aspa, de color azul ultramar y blanco, conocido internacionalmente como el Escudo Azul.
El Escudo Azul otorgado al Edificio Central de Correos y Telégrafos se ubica al costado sur de la puerta principal, el emblema fue donado por Cruz Roja Costarricense, institución que ha brindado su apoyo a este programa desde sus comienzos en nuestro país.
Sobre el edificio patrimonial de Correos y Telégrafos. “San José es ya una capital de cerca de cincuenta mil almas y su servicio de Correos debe ser todo lo eficiente que se pueda, mayormente que ahora el ramo postal va a contar con un edificio a la moderna, digno del país y de los extranjeros que nos visitan”, publicó el periódico La Información, en su edición del viernes 5 de enero de 1917.
El edificio de Correos y Telégrafos de San José fue la sede de la primera matriz de correos nacionales que dio inicio a una estructuración organizada en comunicaciones. Fue construido en concreto armado y su diseño es del arquitecto catalán Luis Llach Llagostera (Barcelona, 1868 – San José 1955). Es un típico caso ecléctico representativo del famoso arquitecto, pues combina armónicamente elementos plásticos, a partir del orden geométrico que establece como norma la arquitectura neoclásica.
En planta, sigue el esquema simétrico que por entonces dictó la Escuela de Bellas Artes de Paris, con un destacado cuerpo central para albergar el gran vestíbulo flanqueado por alas idénticas a ambos lados para las oficinas, cada una con patios centrales y rematadas con torreones que culminan con cubiertas en mansarda, construidas en ferrocemento.
Inicialmente sus patios internos contaban con fuentes ornamentales que fueron eliminadas en 1945, la del patio sur, y 1967, la del patio norte, cuando se techaron los espacios con el fin de ampliar las oficinas.
Aunque su esquema de planta, su volumetría y otros elementos de fachada -como los balcones balaustrados de las alas, los frontones de las ventanas del segundo piso y los arcos de medio punto de las del primero- son neoclásicos; la decoración y su simbología son plenamente modernistas, con predominio de lazos y volutas, profusos motivos florales en paños y frisos, así como escalonamientos en las ventanas del cuerpo central y de los torreones.
También desde los medallones superiores de los torreones, la figura mitológica del dios griego Hermes, patrón del comercio y de las comunicaciones internacionales, observa a los transeúntes. Mientras, en los medallones inferiores hay unos mundos alados de estilo Art Noveau, como se le conoce también al Modernismo.
El sello personal, a la vez que nacional, se lo puso Llach a la obra sobre el arco rebajado que culmina el volumen del vestíbulo, donde, custodiado por dos putti o querubines, el Escudo de Costa Rica preside toda la composición, en una talla del mismo arquitecto.
Para 1917 la construcción del edificio ya estaba concluida y en el mes de octubre el personal ocupó sus instalaciones.
Fue declarado “reliquia de valor arquitectónico y cultural” según el decreto N° 11957-C del 3 de noviembre de 1980, de conformidad con la Ley 5397, que regía en ese momento.