“EL AGRICULTOR ES UNA MEZCLA DE ESPERANZA, PACIENCIA Y RESILIENCIA”

Don Pier asumió la finca ganadera de la familia hace cinco años, con la visión de producir sin dañar el ambiente.

Pier Protti no imaginaba cambiar su cómoda oficina, su agenda perfectamente programada, por la experiencia del campo, donde él mismo afirma, que las cosas pocas veces salen como se planifican, pero, cuándo su padre le dio la oportunidad de estar al frente de la finca la tomó por probar y en medio de ese paraíso incrustado en las montañas heredianas, encontró la mayor satisfacción que le puede brindar el trabajo, ya que su familia se convirtió en su pilar.

“Yo diría que un agricultor es una mezcla de esperanza, porque realmente cada vez que  haces algo en tu finca pones todas tus expectativa en lo que estás haciendo y la esperanza que vaya a ser exitoso,  por el otro lado tenés también que cultivar la paciencia, nada, nada nada en la agricultura es rápido, todo es de paciencia, entonces tenés que aprender a ser una persona paciente, y el otro aspecto relevante es la resiliencia, aquí nos llevamos golpes todos los días todos los días,  tenemos éxitos y fracasos, si las cosas no salieron como uno esperaba hay que volver a empezar, con la esperanza que sea mejor”, comentó don Pier.

Cuando él asumió la finca ganadera en lo alto de Sacramento, en San José de la Montaña, llevó una visión diferente, para producir en armonía con el ambiente, y este proceso ha sido lento, ya que prácticamente hizo nuevos los suelos, cambió los pastos y hasta la raza del ganado, esto implicó una disminución en la producción, pero con mejor calidad y menores costos.

“Esto era una actividad familiar donde mi padre no dejaba ni opinar sobre de que color pintar el techo, pero hace cinco años, mi padre me dijo, yo no quiero seguir con el asunto te interesa y yo dije que sí, pero ni siquiera había acariciado una vaca, en realidad no era mi vida, empezar fue un poco difícil porque yo quería que las cosas fueran muchísimo más rápido, tener más control, pero creo que el ser humano por ahí en algún lado escondido trae ese gen que nos hace disfrutar de las cosas y empecé a disfrutar del trabajo de una forma diferente, a disfrutar de los pequeños los pequeños logros”, detalló.

Y entre los logros más importantes está el acompañamiento de su hija Giuliana quien desde el primer momento se enamoró de la finca, y llevó su visión de protección ambiental, fue así como nació una fundación para promover educación ambiental en diferentes y acciones como siembras de árboles autóctonos para reforestar, los cuales cultiva en un vivero dentro de la finca.

Don Pier asegura que, para lograr sostenerse en el cambio para tener una finca ganadera más sostenible, ha sido clave el apoyo del Ministerio de Agricultura y los agentes de extensión que lo visitan, “ha sido mi paño de lágrimas, ahí me escuchan las cosas que vamos haciendo son consejeros y nos respaldan para seguir adelante”.

Lo primero que hicieron fue eliminar los pesticidas, insecticidas, plaguicidas, el segundo gran paso fue eliminar los abonos químicos y comenzaron a usar purines, que son una mezcla de boñiga de vaca con microorganismos de montaña para ayudar a la parte descomposición, el pasto sintió el cambio y se resistía porque extrañaba los abonos, pero poco a poco se fue logrando la adaptación.

Los esfuerzos que realizan les ha permitido obtener también el galardón de Bandera Azul, entre otros reconocimientos

El ganado se alimenta con botón de oro, coquito y desecho de cítricos, mientras el suelo se nutre de manera natural con purines que son llevados a toda la finca mediante tuberías.

GANADO MUY CHINEADO

“Nuestro ganado, por ejemplo, no come concentrados, le damos dos productos locales como el coquito de palma y los residuos de las empresas de cítricos, entonces estamos ayudando al mercado local, y nuestro ganado se alimenta mejor”, detalló.

Utilizan pastos como el botón de oro que es una importante fuente de proteína, y que se cultiva en la misma finca, de manera que se reducen costos y la leche también mejora su calidad, aunque se reduce la cantidad.

El ganado pasta libremente en la finca, y, además, comparte con ovejas que les ayudan a bajar los niveles de estrés, además, reciben una dosis de amor, por parte de su hija, que “chinea” al ganado, incluso cada vaca tiene su nombre y conocen sus particularidades.

“Yo creo que es cuestión de que los mercados empiecen a dar cuenta de que aquí es donde está en los productos sanos que sean que pueden comer sus hijos”, comentó, también valoran a futuro comercializar una parte de la leche de manera directa e incluso elaborar una línea de productos orgánicos.

Don Pier Protti y su hija Guiliana se enamoraron del campo y juntos trabajan la finca Los Bambinos, en Sacramento de San José de la Montaña.

SEMBRAR ARBOLES AUTÓCTONOS 

La finca tiene 14 hectáreas de las cuales han dedicado 3.5 a la protección de bosque para mitigar la generación de CO2, y fue donde encontraron otra oportunidad para emprender, ya que no encontraban árboles de altura propios de la zona, fue así como su hija Guiliana empieza con el vivero, participaron en un concurso para obtener fondos no reembolsables y ganaron, lo que les permitió invertir más en el desarrollo de este vivero, que actualmente cuenta con “viveros satélite” en otras partes del país, para obtener variedades que se adapten a diferentes climas. La meta es poder ofrecer para reforestar árboles para 1.700 o 2 mil metros de altura, como el Roble Negro, que es autóctono, o el Azulillo, que produzcan alimento para las aves y otras especies de la zona.

Desde la Fundación tienen la meta de reforestar y también de llevar educación ambiental a los centros educativos y empresas para que se valore y proteja la naturaleza.

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