El portal navideño es una tradición muy arraigada en Costa Rica. Su colocación implica planificar toda una logística referente a su montaje, por lo que la fecha para iniciarlo en las familias varía. Algunos prefieren colocarlo desde el mes de noviembre y otros contemplan fechas presentes en el santoral católico, tal es el caso del 08 de diciembre, día de la Fiesta de la Purísima Concepción, y algunos prefieren esperar al propio 24 de diciembre.
El paso o pasito navideño es una denominación muy particular en la cultura costarricense, según detalla la Oficina de Patrimonio del Ministerio de Cultura, se refiere a cinco figuras principalmente: el Niño Jesús, la Virgen María, San José, la mula y el buey. Dicha escena se completa con la colocación del Ángel de Gloria, los Tres Reyes Magos, la Estrella del Niño, pastores y ovejas; así como animales domésticos, propios de las granjas costarricenses.
Es importante resaltar que la diversidad de los objetos e imágenes que se colocan en el portal, no necesariamente guardan una relación proporcional entre los tamaños o dimensiones que posee la escena del Nacimiento, por lo que es normal las ovejas y gallinitas más grandes que el mismo pastor, e incluso, una proporción mayor de la figura del Niño Jesús. Lo importante es decorar el portal con figuras y objetos vistosos, los cuales, no solo acompañan la escena, sino también, honran tan importante acontecimiento.
Algunas curiosidades de la tradición del pasito costarricense. La costumbre dicta que el pasito no se debe comprar, la familia debe recibir como regalo el pasito, con lo cual tendrá prosperidad y será bendecida. Por otro lado, si la familia coloca el pasito a ras del suelo, es con la intención de solicitar la mediación de la Sagrada Familia para que Dios les repare una casa propia.
El portal costarricense se acompaña de elementos naturales, por lo que es común que se integre musgo o aserrín, fondos de papel, plantas, troncos, rocas, cohombros o ramitas de ciprés que aportan aroma, y en la Costa Rica más rural, se incluyen ofrendas de alimentos como: racimos de guineos, ayotes, granos de café, frijoles, arroz, maíz, y otros por el estilo; además de luces de colores que lo harán aún más vistoso.
Otra curiosidad tica es el “portalear” o ir a visitar portales. Esta tradición estuvo muy arraigada años atrás y con el tiempo poco a poco se fue dejando de practicar; sin embargo, en los últimos años ha ido retomando fuerza en las familias costarricenses. Una vez concluido el montaje del portal, se acostumbra invitar a los familiares, amigos y vecinos a visitar la casa para que puedan conocer el nuevo portal. Asimismo, era y es la perfecta ocasión para compartir un tamalito con alguna bebida tradicional.
También existe la tradición de visitar siete portales en siete iglesias diferentes, para orar en cada una.
¿Cuándo se retira el pasito? El retiro del pasito es otra fecha que varía a lo interno de las familias costarricenses. Algunos prefieren esperar al 06 de enero, día de los Santos Reyes Magos, con la intención de darle oportunidad a que los reyes lleguen y puedan dejar sus ofrendas al Niño Jesús; otros prefieren esperar al 02 de febrero, día de la Virgen de la Candelaria.
El retiro del portal suele estar ligado con el denominado Rezo del Niño, un espacio solemne de agradecimiento y, a la vez, para compartir con la familia y amigos cercanos. Tradicionalmente se reparte entre las personas asistentes: café, aguadulce, biscocho, tamal asado, rompope, arroz con pollo, gallitos de picadillos de diversos productos agrícolas y, por lo general de postre, no falta el arroz con leche. Se degustan una vez concluido el rezo.
Antes era muy común regalar a quienes asistían al rosario del Niño el «motete» que era una bolsita con panes y golosinas para que llevaran a sus casas y compartieran con los suyos, una costumbre que se ha ido perdiendo en el tiempo, debido a las condiciones económicas