GRIETA DEL IRAZÚ PONE EN RIESGO LAS TELECOMUNICACIONES DEL PAÍS

Esta es la grieta que se abrió en la cima del Volcán Irazú y pone en riesgo las telecomunicaciones del país.

El Volcán Irazú es la estructura volcánica más alta de Costa Rica, con una altitud aproximada de 3.453 metros sobre el nivel del mar, lo que resulta de enorme utilidad para la recepción y transmisión de señales de radio y televisión, por ello fue el punto elegido para instalar las torres y equipos de transmisión de radiodifusores y llevar su señal a prácticamente todo el país.

Con la caída de las torres en los últimos días surge la preocupación al ver las enormes estructuras caídas sobre la enorme grieta, pero ¿Qué implicaciones tiene eso para el resto del país más allá de los dueños de las torres?

Son enormes, ya que en la cima del coloso se ubican las principales infraestructuras con las cuales se lleva la comunicación a todo el país, eran 83 en total, de las cuales 13 estaban en la zona de la grieta, -ya algunas han caído- y de fallar las torres, las repercusiones serían en el comercio y comunicación en general.

El mismo decreto que declara de interés público el traslado de las torres indica “en caso de que se produzca el deslizamiento de esa porción entre otros efectos tanto humanos como ambientales, se generaría eventualmente la afectación en la prestación de los servicios de telecomunicaciones teniendo repercusiones negativas en el comercio, la comunicación, entre otras, todo lo cual motiva la remoción y reubicación de esa infraestructura a la brevedad posible, de ahí la necesidad de la declaratoria de interés público de las acciones que posibiliten el traslado eficiente y eficaz de la infraestructura citada”.

Pero debido a su actividad volcánica y sísmica, desde diciembre de 2014 ha presentado grietas y desplazamientos de tierra de grandes magnitudes que han falseado el terreno severamente, principalmente en su flanco oeste.

Precisamente esta situación geológica fue una de las razones que retrasó el apagón analógico en la radiodifusión televisiva del país, previsto inicialmente para finales del 2017.

La Comisión de Emergencias advirtió en el informe Nº IAR-INF-0039-2017,  que debían trasladarse de manera inmediata las torres que estaban a menos de 20 metros de distancia de la grieta, y las que se encuentren a menos de 60 metros, antes de que finalizara el año 2017.

HISTORIA DE LA GRIETA

En el 2014 se produjo un desplazamiento de tierra de 20 millones de metros cúbicos, aproximadamente, generando una ola de más de 50 metros de alto, la situación se ha mantenido con deslizamientos de forma regular.

El 15 de junio del 2015, ocurrió un nuevo colapso de 1.5 millones de metros cúbicos que se registró tanto por los sismógrafos, como por mediciones de GPS y fotogramétricas basada en drone y aeronave. Desde esta fecha se presentaron numerosos colapsos, y desde mayo del 2018 se instaló una antena GPS permanente.

“De manera general, se observa que al oeste de la grieta principal se registra un movimiento hacia el oeste-noroeste de entre 20 y 50 cm por año y un movimiento vertical entre 25-55 cm por año. Mientras que al este de la grieta, los movimientos son menores (1-2 cm/año). Aunque el sector este, no se mueve tanto como el sector oeste de la grieta, se observa una subsidencia de 2-3 cm/año. Por ejemplo, el sitio VI22 baja unos 3.4+/-1.5 cm cada año. El movimiento horizontal no es significativo”, publicaron los especialistas del OVSICORI Cyril Muller, y  Mario Angarita, estimaron la ruptura de la grieta entre el año 2019 y 2021.

“Según el tipo de regresión y el componente este o vertical usado, la estimación de la fecha de la ruptura varía de entre 1 y más de 8 años. Utilizando solo la componente vertical, la aceleración es menor y se estima una ruptura entre diciembre del 2020 y junio del 2027. Para el componente este, la ruptura estimada está entre abril del 2019 (el próximo año) y julio del 2021. Considerando estos resultados, la ruptura podría ocurrir con más probabilidad entre 2019 y finales de 2022”, indica el informe.

CAIDA RECIENTE DE TORRES

Hace una semana se presentó el informe técnico “El deslizamiento de las Torres del Irazú del 2020 (Costa Rica): antecedentes, colapso y situación actual”, elaborado por personal del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) de la Universidad Nacional y de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), y antes de una semana cayó una nueva infraestructura.

La torre caída hace dos días.

El martes cedió la torre de Canal 23 y en las imágenes proporcionadas por la CNE se puede apreciar la torre hacia el fondo de la grieta que se fue abriendo y que tiene en peligro las transmisiones de canales y radioemisoras del país.

Precisamente por el deslizamiento de agosto otras empresas movilizaron sus equipos, como Canal 15 de la Universidad de Costa Rica y Radio Fides.

El SINART, luego de los deslizamientos del 26 de agosto, están desmontando la torre que se ubica en la cima del macizo desde hace 43 años, es una estructura de 85 metros de altura, la más alta de las torres, inició operaciones con dos transmisores de 5 kilovatios cada uno y actualmente funcionaba con equipos digitales, además era una de las más destacadas en esta zona exclusiva para torres de telecomunicaciones de distintos medios de comunicación por su gran tamaño, informó el SINART en su sitio web. Una vez desarmada será trasladada a sus instalaciones en La Uruca para repararla.

Sus transmisiones se mantienen sin problema al colocar equipos de transmisión en otros sector del parque, mientras esperan que el SINAC les defina otro espacio para la reinstalación de la torre.

«Por las condiciones del terreno, ya los expertos habían previsto, por medio de un informe, de la caída de material, lo cual podría perjudicar las estructuras. Razón por la cual, la torre estaba abandonada», informó Blas Sánchez, geólogo de la CNE.

El gobierno indicó que trabajan de forma coordinada y articulada con operadores de telecomunicaciones en la agilización de labores en el proceso de traslado preventivo de las torres de comunicación, ubicadas en el volcán Irazú, para restablecer los servicios afectados por el deslizamiento del 26 de agosto anterior en la cima del macizo.

El estudio detalla adicionalmente la existencia de nuevas grietas y un movimiento detectado en áreas donde existe infraestructura de telecomunicaciones, de forma que se han identificado dos nuevas zonas de peligrosidad de mayor e intermedia.

El material desprendido se dirigió mayoritariamente hacia la cuenca del Río Sucio, sin causar afectación a la población aledaña.

¿Y LOS VISITANTES AL PARQUE?

Aunque no se reportan daños por parte de la administración del lugar, la CNE recomendó como medida preventiva mantener cerrados al público los senderos de El Roble, Puma y Micaela en sector Bosque de Prusia del Parque Nacional Volcán Irazú.

Estos senderos continúan deshabilitados ya que, con este nuevo deslizamiento, también hubo desprendimiento de material en la zona y todavía se requiere vigilar una parte de la masa que no ha se ha desprendido.

La visitación a la zona de cráteres por parte del turismo no ha presentado inconvenientes, pues el deslizamiento ocurre en un área no abierta al público.

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