La tarde de este miércoles, los vecinos de La Milpa se encuentran con una situación complicada, al enterarse que una persona se quitó la vida.
Los hechos se dieron 300 metros al oeste de la Pulpería La Central, en La Milpa, cuando los familiares llegan a buscarlo lo encuentran ahorcado en su cuarto, solicitan la ayuda de personal de Cruz Roja, pero a su llegada, la víctima no presentaba signos de vida.
En nuestro país del año 2000 al 2020, se contabilizaron 6.638 fallecimientos por suicidio, el 84% (5.605) hombres y el 16% (1.033) mujeres. Solo en el 2020 se registran 356 suicidios y 1.786 intentos, de los cuales 670 fueron hombres y 1.116 mujeres y los datos a julio del 2021 ya superaban los 1.070 intentos de suicidio.
Es importante prestar atención a las señales que pueden mostrar familiares o amigos que hagan sospechar que está enfrentando una depresión que pueda llevarlo a atentar contra su vida.
Ante una persona con ideas suicidas es necesaria la intervención de un equipo interdisciplinario del área de la salud mental, psiquiatría, psicología e institución hospitalaria en caso de requerirlo, así como personas cercanas que funcionen como red de apoyo para tomar medidas de sostén, que contribuyan a que la persona sea contenida hasta que disminuya el riesgo. Es importante utilizar un lenguaje adecuado en torno al fenómeno comportamiento suicida, evitando que las personas se sientan juzgadas o que su problema sea minimizado.
El Colegio de Sicólogos de Costa Rica indicó que también se debe prestar atención a los familiares y amigos de quien atenta contra su vida, los denomina “sobrevivientes de suicidio” ya que constituyen un grupo de riesgo para una futura conducta suicida, por lo cual se deben redoblar esfuerzos en materia de prevención en esta población.
El suicidio es un tema de salud pública del que se debe hablar, para generar conciencia sobre formas de prevenirlo y apoyar a quienes están atravesando situaciones difíciles como la pérdida de un familiar, una ruptura amorosa, problemas académicos o dificultades financieras, entre otros, que pueden desencadenar crisis, e influyan en sus emociones, conducta y pensamiento, lo cual incluye las ideas suicidas, situación que si no se aborda de forma oportuna pueden aumentar el riesgo de que esa persona intente acabar con su vida, de ahí la importancia de buscar ayuda y escuchar cuando alguien expresa deseos asociados a no existir o continuar con su vida.