LA ECONOMÍA CIRCULAR EN NUESTROS HOGARES

Conversemos sobre acciones positivas para el ambiente

WhatsApp 86278687

Email:  viaje.ambiental@gmail.com

Hay muchas formas de reutilizar artículos que ya cumplieron su vida útil, al transformarlos en otras cosas. Lo que se requiere es voluntad para hacerlo.

Somos ricos y no lo sabemos, pero para conservar lo que tenemos debemos compartir nuestros bienes; la naturaleza nos ha proporcionado como humanidad todo lo que necesitamos para vivir: alimento, agua, luz, espacio… pero ¿se han puesto a pensar cómo la comodidad y la búsqueda del confort nos reduce las posibilidades de ser feliz?

Se han dado cuenta de lo que tenemos en nuestras casas y no lo necesitamos, de ahí parte el concepto de economía circular, un nuevo modelo de producción y consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo y con ello promovemos la optimización de recursos y la solidaridad con las demás personas y la naturaleza.

El objetivo de la economía circular es, por tanto, aprovechar al máximo los recursos materiales de que disponemos, alargando el ciclo de vida de los productos, así la reducción en el consumo de materias primas y la utilización de los residuos, reciclándolos o dándoles nueva vida para convertirlos en nuevos productos.

La idea surge de imitar a la naturaleza, donde todo tiene valor y todo se aprovecha, donde los residuos se convierten en nuevos recursos, de este modo lograremos mantener el equilibrio entre el progreso y la sostenibilidad.

Todos podemos reciclar, hay que ponerle atención a lo que se quiere desechar, la reutilización sigue siendo uno de los clásicos del reciclaje, habrá que buscar nuevos usos a los objetos después de que cumplieron su función principal, y así retardar la producción de residuos.

Para ello, el internet nos es útil, existen muchos sitios donde podemos encontrar ideas para reutilizar muchos de los objetos que generalmente consideramos basura para tirar. Hagámoslo en familia y con las amistades, todos podemos aprender.

Beneficios de reciclar

El reciclar nos conlleva a ahorrar materias primas, energía, agua y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y renovar los objetos decorativos y útiles del hogar.

Al menos hay cinco beneficios al reciclar: fomentar el consumo responsable, ahorrar recursos naturales. ahorrar energía, disminuir la dependencia del petróleo, ahorrar dinero y crear empleos.

Nuestros recursos económicos alcanzarán más si los utilizamos en lo verdaderamente necesario, para que nuestra familia y sociedad vivan de manera saludable.

Ejemplos de acciones que podemos hacer

Pongamos atención a los hábitos que hemos tenido y cambiemos de actitud:

  • Organicemos nuestros closet y alacenas.
  • Pensemos si cada compra es estrictamente necesaria.
  • Limitemos al máximo el uso de productos preparados para tirar.
  • Apaguemos todas las luces que no estén en uso en la casa.
  • Cerremos el grifo del agua cuando no la necesitamos, al bañarnos o lavar los platos.
  • Limitemos el uso de productos con demasiado envoltorio o embalaje.
  • Llevemos al mercado una bolsa propia para empacar la compra
  • Utilicemos los aparatos electrónicos al máximo de su potencial, de modo tal de optimizar la cantidad de usos.
  • Reduzcamos la emisión de gases contaminantes.
  • Participemos de las oportunidades de consumo de retornables (botellas, envases)
  • Utilicemos el papel por las dos caras.
  • Utilicemos las cajas y envoltorios de ciertos productos para otros.
  • Adaptemos las funcionalidades de los productos que no tienen un uso marcado, como los frascos que se transforman en vasos.
  • Mente abierta cuando se trata de bienes con mucha flexibilidad en su trato, como la madera, que muchas veces puede modificarse de otros modos.
  • Regalemos la ropa cuyo tamaño ya no es adecuado para nosotros o nuestra familia.
  • Modifiquemos los aparentes residuos, de modo tal de obtener un producto nuevo apropiado para el consumo: transformación de botellas en vasos, de periódicos en forros u envoltorios, de tambores en sillas y de cuadernos en libros.
  • Separemos los residuos en torno a sus condiciones para el reciclaje, los colores de los contenedores tienen una organización a estos efectos.
  • A los vidrios y los plásticos, calentándolos se le puede dar una nueva forma.
  • La materia orgánica (en donde aparecen los restos de comida) suele ser útil como abono para la tierra.
  • Pongamos especial énfasis en los bienes que más tiempo tardan en degradarse de la naturaleza, como las latas de gaseosa o cerveza.

 

La naturaleza nos da muchos incentivos

Es bello vivir y dar valor a nuestros recuerdos, por ejemplo, respirar aire fresco provoca un estímulo directo en las neuronas, en las emociones y supone una experiencia que genera un inmediato bienestar. El sencillo, pero maravilloso gesto de oler intensamente una flor, contemplar la amplitud del campo, un atardecer en el mar o escuchar el canto de un pájaro provoca placeres inesperados.

Compartir en familia, hacer excursiones al campo, tener experiencias al aire libre, recibir gotas de lluvia, muchas veces calman las angustias, agresividades o el enfado; si resulta inaccesible salir de la ciudad, las personas que cuidan de sus plantas en su hogar o el jardín ven con alegría nacer y crecer lo natural.

Démonos chance de respirar y sonreír cada día, ver lo verde de nuestro alrededor, quitar la yerba de nuestras plantas, cerrar los grifos del agua, ordenar nuestra casa y hacer el paquete de las cosas a donar, llevar consigo bolsas para traer la compra es una práctica de compromiso ambiental.

La Voluntad de la R

La economía circular busca que los elementos de un producto no lleguen al basurero, y es ahí donde los conservacionistas hablan de las “nueve erres”: repensar, rediseñar, refabricar, reparar, redistribuir, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar energía”.

Por ejemplo, el diseño de envases determina el impacto ambiental después de ser desechado. el ecodiseño minimiza el impacto, disminuye la capacidad o elimina los componentes contaminantes.

El uso prologando del ciclo de vida productos y materiales abarca un concepto más amplio, que incluye la ‘reparación’ de productos averiados como alternativa a la reposición, una nueva idea que permita combatir el modelo de ‘obsolescencia programada’, para aquellos artículos que cuentan con una vida útil limitada.

La economía circular no solo debe tener como objetivo la reducción del impacto ecológico y el uso eficiente de los recursos. También persigue la máxima reparación posible de los daños medioambientales producidos; así, la responsabilidad medioambiental empresarial con acciones o decisiones ecológicas pueden ir desde la reforestación hasta la participación en proyectos de limpieza de basuras de playas y montes o la transformación total de sus modelos de producción

Ya la Organización de Naciones Unidas estableció un Pacto Mundial por el desarrollo sostenible movimiento por el cuidado de nuestro planeta.  Los valores ambientales se deben aprender desde que somos pequeños.  También si somos emprendedores o si desarrollamos un producto o servicio, no olvidemos que lo que se pone en el mercado tiene un final, y que también es nuestra responsabilidad el cómo se degrada.

Como consumidores, cuando compramos algún producto que se fabrica con plásticos de un solo uso, debemos de saber que lo que desechamos puede tardar hasta mil años en degradarse, pero, ¿no sería mejor entonces que no existiera?

También es importante que revisemos los ingredientes de los productos que compramos, pues la demanda influye en la producción, así que es mejor preferir artículos que representen menos carga ambiental.

Uno de los retos de la economía circular es la re-fabricación, ya que implica varios compromisos de parte de las marcas y los consumidores, para recuperar y regresar a la línea de producción los productos que ya han cumplido sus funciones.

Debemos entender que la naturaleza no es una fuente inagotable de recursos, y por lo que es importante que desde el diseño se prevea cómo cada producto se convertirá en otra cosa, por consiguiente, apoyemos marcas comprometidas con el desarrollo sostenible.

Algunos esfuerzos ticos

En Costa Rica hace poco más de un año se lanzó un programa financiado por organismos internacionales bajo el nombre, “Transición a una economía verde urbana generando beneficios ambientales globales”.  Esta iniciativa invertirá $10,3 millones durante cinco años con el objetivo principal de lograr la descarbonización en la Gran Área Metropolitana (GAM) a través de  la planificación urbana integrada sostenible.

De este modo se plantean reformas de leyes obsoletas, construcción de ciclovías y de aceras verdes, movilidad sostenible y reverdecer 2 mil hectáreas, en coordinación con gobiernos locales de la Gran Área Metropolitana y entidades con experiencia en el campo, así como el impulso de la economía circular.

Durante los 5 años, restaurarán los ecosistemas urbanos en un total de 2 mil hectáreas, logrando la reforestación de 1.000 árboles por hectárea. Esto permitirá la captura directa de 24 mil toneladas de dióxido de carbono el reverdecimiento con más árboles, promoción de negocios de economía circular, reformas legales e institucionales y nuevas obras para mejorar la movilidad urbana centrada en la salud de las personas y los ecosistemas.

En la fase de preparación de la iniciativa, se concluyó que Costa Rica no tiene experiencia en la promoción de estas formas de producción, ni existe regulación tan desarrollada como en otros países, entonces … ya llegó nuestra hora, adelante!

La aplicación de estas acciones en nuestra vida cotidiana, en las empresas y en las comunidades  nos encaminará en la ruta para convertirnos en una Humanidad Sostenible, donde la economía circular permite aprovechar al máximo todos los recursos en la cadena de producción, usando materiales biodegradables y disminuyendo el impacto ambiental.

¿Aceptan el reto de participar y promover en Costa Rica procesos de economía circular?

Mi familia ya se apuntó ¿y la suya?

 

Comentarios de Facebook

No hay publicaciones para mostrar