Aunque parezca increíble, las quejas de algún vecino hicieron que nuevamente las clases que reciben de manera gratuita las personas en el polideportivo de Fátima se suspendieran.
Así lo indicó este grupo de heredianas que acude a recibir la clase para iniciar su día y se encontraron con los portones cerrados y al consultar, les indicaron que se suspendían porque alguien interpuso una queja.
Antes de la pandemia se había vivido una situación similar que llevó incluso a suspender los ejercicios en todo el cantón.
Y precisamente el temor de nuestras lectoras es que se cierren por completo las clases de ejercicio, dejando a una importante cantidad de personas sin acceso al deporte y la recreación, tan necesaria más en estos momentos para fortalecer la salud física y mental.
La argumentación de los quejosos, en apariencia es por el ruido que causan con la música durante la hora que duran las clases.