La búsqueda que realizan agentes del Organismo de Investigación Judicial con el respaldo de personal de bomberos y perros entrenados, dio positivo y esta tarde se ubicó el cuerpo de la madre domingueña desaparecida hace una semana.
Según detalló el director del OIJ, el principal sospechoso del crimen es su esposo, quien la noche en que desapareció, salió de la casa con un bulto en la parte de atrás del vehículo, y ese bulto estaba cubierto con una sábana, y condujo hacia la zona del Zurquí pasada la media noche.
Al día siguiente, el marido, antes de reportar la desaparición, se traslada nuevamente a la zona donde había lanzado el cuerpo para asegurarse que no hubiera quedado en un área visible que permitiera localizarla.
«Aquí jugó la fortuna, porque en la primera búsqueda al mediodía vemos como unas marcas de llantas, vemos zacate majado, pero no había otro registro, más tarde, cuando llega el can, empieza a llover y se comienza a sentir un olor bastante fuerte, el can lo detecta y es cuándo se indica que podríamos estar ante la presencia de un cuerpo», explicó el director del OIJ.
Con el punto ubicado, se da el descenso de personal especializado y logran ubicar el cuerpo de una mujer.
Con base en la descripción de la ropa que vestía al momento de su desaparición, los agentes confirman que se trata de Kimberly Araya.
«Quisiera agradecer a los agentes del OIJ de Heredia por todo el esfuerzo que hicieron en estos días, el caso fue manejado herméticamente, no queríamos dar ningún paso en falso y ya hoy, con base en lo que revisamos, la vestimenta, a nivel policial tenemos el cuerpo de Kimberly. vestía pantalón gris de broches alrededor del zipper y blusa verde, al igual que el cuerpo localizado. Ya policialmente se puede decir que se trata de Kimberly. Lo que queda pendiente es hacer los exámenes de medicatura forense, pero a nivel policial si es ella», enfatizó el jerarca del OIJ.
Don Walter también insistió en la necesidad de modificar las leyes para que en casos de violencia de género, donde los indicios señalan claramente a un sospechoso, se pueda condenar aunque no se ubique el cuerpo.