
Tenían casi cinco meses de no ver a sus hijos, ni a sus nietos o el resto de sus familiares, desde que el 23 de marzo, el Ministerio de Justicia y Paz cerrara la entrada de visitas a los centros penitenciarios de todo el país, como una de las acciones tomadas para prevenir el contagio del covid entre la población penal.
Pero el 15 de agosto, coincidiendo premeditadamente con el Día de la Madre, las privadas de libertad del Centro de Atención Institucional (CAI) Vilma Curling Rivera pudieron ver a sus seres queridos mediante una videollamada.

Esto fue posible gracias a la donación de los aparatos electrónicos que dicho Centro recibió por parte de Costa Rica Fashion Week, empresa que desde hace tiempo trabaja de manera conjunta con el Ministerio de Justicia y Paz en proyectos de habilidades textiles y manuales para generar oportunidades laborales entre las privadas de libertad.
“Generar un proyecto que permita que estas mujeres puedan hacer videollamadas a sus familiares es de suma importancia debido al vínculo afectivo tan especial que las une con ellos. El pasado fin de semana comenzamos con un primer grupo, pero toda la población penal del Centro tendrá esa posibilidad”, explicó Kattia Góngora Meza, directora del CAI Vilma Curling.
Las privadas de libertad tendrán derecho a una o dos videollamadas al mes (sin costo alguno), dependiendo de la disponibilidad de dispositivos y el personal de custodia.
Se tomarán estrictas medidas de seguridad. Por ejemplo, las videollamadas solo podrán ser realizadas a personas externas al Centro que estén autorizadas para la visita física. Si la privada de libertad ingresó posterior al mes de marzo del 2020; es decir, después de la prohibición de las visitas, el parentesco del receptor y la viabilidad de la videollamada será verificado por la Dirección del Centro o el Departamento de Trabajo Social.
Para Fiorella Salazar Rojas, Ministra de Justicia y Paz, es fundamental el trabajo con la población penitenciaria desde el punto de vista socio afectivo, tomando en cuenta las precauciones sanitarias que esta pandemia exige.
“Emitimos un protocolo para la comunicación de la población privada de libertad con sus familias mediante videollamadas, que se está implementando durante la emergencia nacional del covid-19, pero no descartamos que pudiera mantenerse como una opción incluso después de que se reanuden las visitas presenciales. Queremos que el Vilma Curling sea un plan piloto que nos sirva como base para afinarlo y escalarlo a otros centros penitenciarios; estamos agradecidos con Costa Rica Fashion Week por esta donación que nos permite dar este primer paso y abiertos a recibir apoyo de otras organizaciones para lograr lo mismo en otros centros penales”, añadió la jerarca.
Por otro lado, Karina Díaz Vargas, Directora de Costa Rica Fashion Week, destacó el apoyo que siempre han recibido por parte de Justicia y Paz en cuanto al establecimiento de convenios que beneficien a esta población.
“Nuestro objetivo principal ha sido que las privadas de libertad tengan ese acercamiento con sus familias, sabiendo que hace más de cinco meses han estado aisladas. Gracias a la alianza con el Ministerio de Justicia y Paz y nuestra organización, hemos podido cumplir esa meta”, enfatizó Díaz.
