El director del OIJ Randall Zúñiga, explicó que en promedio al año en el país se presentan entre 8 y 12 secuestros, la mayoría son vinculados a deudas entre grupos delictivos y pocos los que van dirigidos a personas a las que no conocen, como los dos que han ocurrido este año.
Precisamente la investigación por el secuestro de un empresario de apellido Angulo meses atrás, permitió detener en poco tiempo al grupo luego de cometer el segundo secuestro de un empresario de apellido Gurdián la semana anterior.
“El miércoles en la mañana nos enteramos del secuestro, por la tarde ya teníamos certeza que era el mismo grupo”, explicó Zúñiga, ya que utilizaban la misma forma de actuar, de comunicarse y los modismos verbales.
Según detalló el director del OIJ ya el grupo ya hablaba de hacer “un tercer toque” es decir, cometer un tercer secuestro extorsivo. Lo que aún no está claro es la relación entre las víctimas, cómo eran seleccionadas y si hubo alguien que “los entregó”, es decir, que conocía a ambos, los recursos de las familias y sus movimientos y los marcó como víctimas.
Con la detención del grupo criminal este miércoles, el OIJ espera acabar con la banda y que se frenen este tipo de secuestros extorsivos. Fueron once los detenidos, entre los perpetradores y los encargados de la negociación con la familia, la coordinación de las acciones con el resto del grupo y la logística para convertir las criptomonedas
Hasta el momento se han cometido en el país ocho secuestros. Los otros seis corresponden a la modalidad atípicos, que están vinculados con grupos criminales son situaciones que de por medio hay una deuda delictiva asociada a algún fraude o narcotráfico y para pagar esa deuda secuestran una persona y solicitan rescate como tal.
“En todos los casos el OIJ ha sido bastante exitoso y nos sentimos satisfechos de la labor realizada hasta el día de hoy… la industria del secuestro nunca ha podido florecer en el país”, agregó el funcionario con un mensaje a los empresarios o inversionistas de que pueden sentirse tranquilos en el país, sin temor por su seguridad o la de su familia.