
El nombre de Paco Alfaro es famoso en el Mercado de Heredia, es la referencia del batido de crema, las ensaladas de frutas y el arreglado… pero pocos conocen quien fue ese hombre que surgió de la necesidad para colocar su nombre en la historia del sabor herediano.
Su nieta Carolina Alfaro, quien está al frente de la soda del Mercado desde hace 26 años, es la tercera generación en administrarlo, recuerda que su abuelo, don José Ángel Alfaro, era un hombre muy trabajador e ingenioso.

“Mi abuelito es el mayor de seis hermanos, quedaron huérfanos de padre muy jóvenes él tenía como 13 años y decide venirse a Heredia para buscar trabajo para ayudarle a la mamá a mantener a los hermanos. Cuando se estableció en este negocio, se trajo a los hermanos, el presbítero Armando Alfaro es hermano de mi abuelito, él prácticamente lo crío. Empezó con un negocio de abarrotes y como no daba mucho para sostener a la familia decidió hacer helados batidos, para vender, y como vio que funcionaba comenzó a hacer batidos de frutas y después helados de sorbetera que fue lo que lo hizo famoso. Para cada primera comunión, cumpleaños él le prestaba unas sorbeteras manuales, eran unos cilindros de aluminio, ahí mandaba los helados ahí y luego le devolvían el tarrito, la gente recuerda esos helados como los mejores del mundo”, comentó Carolina.
Don Paco pasó mucho tiempo dedicado solo al negocio, creado en 1937, hasta que entró a trabajar en la soda recién abierta una joven hermosa y muy agradable, Otilia Sánchez, quien desde el primer momento se ganó el corazón de don Paco, quien le llevaba unos 15 años de diferencia, pero eso no fue obstáculo para que se casaran y formaran una prolífera familia.

Doña Otilia se dedicó a atender a los 9 hijos, siete mujeres y dos varones, mientras don Paco se mantenía en la soda. Pero un nuevo reto llegó: el Mercado se incendió y con él la soda, pero esta familia acostumbrada a luchar siguió.
Como vivían al costado sur del Mercado, abrieron una ventana para vender los famosos helados, con eso reconstruyeron la soda y volvieron con más fuerza. Esa misma fortaleza la transmitieron a sus hijos quienes siguieron con el negocio tras la muerte de don Paco, y luego a sus nietos, sumando ya 82 años de historia.

“Hace 26 años en agosto asumí el local. Mi papá se enferma de leucemia, yo estudiaba administración y para que él no tuviera contacto con las personas me ofrecí a venir al negocio del Mercado, igual siempre todos en vacaciones veníamos a trabajar al Mercado. A los 4 años mi papá fallece y me quedé yo aquí, porque mis hermanas son maestras, muy queridas en la Escuela Moya, y mi hermano estaba muy joven tenía 18 años, él se quedó conmigo trabajando y después hace 8 años abrimos una sucursal de la soda que es estilo restaurante, a 25 metros de la Cruz Roja y él se pasa él para allá. Luego abrimos uno detrás de la soda que es la Casita de Paco Alfaro con las recetas de panes caseros y tortillas de mi abuelita materna”, comentó doña Carolina.
LOS MÁS BUSCADOS…

Encabeza la lista la crema con helado, con un sabor incomparable, le siguen los arreglados y las ensaladas de frutas
“Tengo clientes que cuando prueban la ensalada de frutas me dicen, me devolvieron 40 años atrás, eso me llena de gran satisfacción porque es mantener vivo un negocio sin cambiar el sabor de lo que el cliente busca”, comentó Carolina.

Los famosos helados de don Paco también se mantiene, si bien, no los de sorbetera si los de palillo de coco y de vainilla, natilla y leche agria, totalmente artesanales y con la receta del abuelo.
El sabor de la comida es casero y se esmeran para que siempre sea así, por eso, al día venden más de 25 platos de olla de carne, la que no puede faltar en el menú.
Carolina tiene como proyecto antes de trasladar el negocio a la siguiente generación, volver a elaborar los helados de sorbetera ya que conservan la receta de don Paco, lo que los ha frenado son los costos de los equipos para prepararlos.
