La medida la adoptó el Ministerio de Justicia esta tarde por el alto riesgo que implica para la población del centro penitenciario ante la amenaza del COVID-19 y se aplica en forma inmediata.
También se ordenó el cierre a las visitas de un módulo de adultos mayores en el CAI Antonio Bastida de Paz, en Pérez Zeledón.
Ayer en la cárcel de Pérez Zeledón se aisló a cuatro policías penitenciarios y dos privadas de libertad que coincidieron en tiempo y espacio con un doctor que tendría COVID 19. Los oficiales fueron enviados a sus casas en aislamiento durante 14 días y las privadas de libertad fueron aisladas y no han presentado síntomas que las califique como casos sospechosos.
“Se tomó la decisión debido a que tenemos una gran cantidad de personas con gran vulnerabilidad por sus enfermedades y su edad. La idea es que no tengan contacto con el exterior y se disminuya la posibilidad de que se puedan infectar”, detalló la doctora Dixiana Alfaro, jefa de los servicios de Salud Penitenciaria.
Además, todos los centros penitenciarios fueron lavados de manera integral y cumplen con el protocolo de limpiar las superficies dos veces al día, con especial énfasis en baños y pilas.
Hoy hubo jornadas de limpieza profunda con hidrolavadoras y jabón en módulos de varios centros penitenciarios del país, entre estos el de adultos jóvenes, Ofelia Vincenzi en San Rafael de Alajuela, y el CAI Liberia. También charlas con la población penitenciaria para mantenerla informada.