La creatividad de Andrés Ulate lo llevó a usar su amor por el ciclismo para dar solución a diferentes problemas de la vida diaria en comunidades de escasos recursos y también para generar un emprendimiento familiar.
Utilizando bicicletas viejas que ya no funcionaban bien, les dio vida a máquinas para tostar cacao, para molerlo y para batir las diferentes mezclas, de una chocolatería muy particular, ubicada en Santa Lucía de Barva.
Allí se procesa el cacao que viene de la finca de su familia en Sarapiquí, producido libre de químicos y mediante un proceso artesanal, totalmente amigable con el ambiente elaboran una variedad de chocolates puros, de excelente sabor y delicada presentación.
Es un trabajo duro pero entretenido, porque le encanta pedalear, así que no es un gran esfuerzo subirse a la bici y moler el cacao hasta dejar la mezcla lista para hacer chocolate.
Tampoco le resultó complicado crear las máquinas en que se procesan los chocolates, todas con cero impacto en el ambiente, ya que son desechos adaptados para hacer que funcionen otras máquinas.
Enseña a hacer máquinas para sacar agua
Su pequeña empresa es totalmente solidaria, de allí que no es extraño ver a Andrés impartiendo talleres en diferentes comunidades de escasos recursos para enseñar a las personas a hacer sus propias bici máquinas para solventar sus necesidades específicas.
En Sarapiquí, por ejemplo, enseñó a los participantes a su taller a elaborar máquinas para sacar agua del pozo con bicicletas inservibles, que él no califica como chatarra, sino como material esperando ser reutilizado.
“Tenemos más fuerzas en las piernas que en los brazos, entonces es más fácil para una persona dar pedal haciendo fuerza con las piernas y así subir el balde que está en el pozo para sacar agua”, detalló.
Y es que, aunque en el centro del país obtener agua sea tan sencillo como abrir la llave, en comunidades alejadas como Sarapiquí, que sigue siendo parte de nuestra provincia, el agua potable es un bien escaso.
Tres años de emprender
La bici chocolatería inició hace tres años, poco a poco llegó el respaldo del Banco Nacional a través de un crédito y asesoría, y fueron abriéndosele más puertas para exponer sus productos en ferias.
Así con base en mucho esfuerzo, trabajo duro e innovación ha ido creciendo, hoy por hoy, ofrecen un tour, para quienes deseen conocer el proceso de elaboración de los bici chocolates.
Y quienes asistan al tour además se deleitarán con las tortillas con queso elaboradas por su madre, quien desde el inicio lo apoya en su proyecto, el cual se desarrolla en su casa, y otra parte, en la del vecino, quienes se han unido para ir creciendo.
Allí mismo pueden adquirir los chocolates en sus diferentes variedades, así como pinolillo en polvo, preparado en las bici máquinas, se puede contactar también a través del teléfono 8856 9415, en el Facebook como @bicichocolate, y se realizan envíos a todo el país y fuera de nuestras fronteras, mediante Correos de Costa Rica, así que la distancia no es un problema para disfrutar un chocolate de excelente calidad y producido sin dañar el ambiente.