Heredia tierra de mascareros celebra a lo grande el Día Nacional de la Mascarada, festividad declarada así desde 1996. En los diferentes cantones se realizan actividades para festejar ésta tradición con raíces muy fuertes en la provincia.
Las mascaradas llegaron a nuestro país como parte de las costumbres españolas, más conocidos en nuestras tierras como los mantudos o los payasos, tiene su origen en La Puebla de Los Pardos en Cartago, desde donde se trasladó a Heredia, que se convirtió en cuna de importantes mascareros.
Son una expresión del sentido del humor popular, por ello las figuras públicas que destacan para bien o para mal, por lo general tienen una máscara, en la cual los expertos mascareros destacan sus rasgos físicos o características de la personalidad en forma de sátira.
Don Francisco “Chico” Montoya, es uno de los destacados mascareros barveños, tiene más de 40 años de trabajar haciendo máscaras, aunque es mecánico de profesión, pero afirma que se enamoró de las máscaras desde muy joven.
“El que es mascarero toda la vida se vistió de payaso ahí nace la inquietud, en mi familia muchos son artistas, algunos son pintores, escultores, tallas de madera, decoradores, a mí me dio por esto de las máscaras”, comentó don Chico.
Su inspiración fueron las máscaras de Carlos Salas, creador de máscaras famosas, como el Diablo y la Diabla, que según cuentan, hizo viéndose al espejo, relató don Chico, y cuando los diablos llegaron a sus manos para restaurarlos, aprovechó para tomarles fotos y luego hacer unas réplicas.
Utiliza la técnica tradicional, elaborándolas en barro, las forra en papel periódico y deja secar por al menos 3 días, luego desmolda, cubre con otra capa de papel periódico con harina y cola, una vez que seca lo liga y lo pinta. También trabaja en fibra de vidrio.
El detalle de sus trabajos hace que tarde un mes por máscara aproximadamente, y su valor va de los 200 mil colones en adelante para quienes deseen contar con alguna de sus obras.