La pandemia ha llevado a muchas familias a no tener nada en su mesa, y ante esta necesidad se arruga el corazón de las personas que conocen sus historias, pero no pueden por su propia cuenta atender esas necesidades, pero siempre hay quien da un paso adelante y dice “vamos a hacerlo”, fue así como nació la organización Corazón Solidario.
Melissa Fallas una educadora de portugués y vecina de Santo Domingo de Heredia se organizó con su amiga Anabella Herrera, también educadora, pero de primeria en La Uruca y ya han logrado mover muchos corazones solidarios para llevar alimento a más de sesenta familias en necesidad.
“No somos una organización formal, simplemente somos vecinos y amigos que nos unimos para ayudar, una vez hablamos de hacer una fundación, pero para eso se necesita mucho dinero y no conocemos bien los pasos a seguir, lo que buscamos es ayudar y lo hemos logrado. Repartimos paquetes solidarios con víveres y artículos de aseo personal”, comentó Melisa.
Al ver los resultados, más personas se han acercado para colaborar, incluso durante el mes de setiembre, llevaron sorpresas a niños que no la están pasando bien, y en muchas caritas lograron dibujar una sonrisa al recibir una bolsita con dulces, galletas y jugos.
“Nos motiva principalmente el hecho de que no podemos ser indiferentes ante la necesidad y el dolor de los demás, intentamos siempre ponernos en el lugar del otro. Los casos nos llegan mediante referencias de amigos o vecinos, o a veces las mismas familias nos escriben pidiendo ayuda. Al principio empezamos solo en Santo Domingo, pero ya hemos ido más lejos, como a San Antonio de Belén, Moravia, Guararí y Jorco”, explicó.
La solidaridad es la clave en el grupo Fundación Corazón Solidario, por ejemplo, la familia Bermúdez Segura les da el transporte todos los domingos para ir a repartir víveres, en otros casos, deben pagar un trasporte para llegar donde las familias que esperan ese diario.
También han ayudado a pagar alquileres de viviendas, y hasta recibos de luz de quienes por haber perdido su empleo se vieron de un momento a otro en medio de una situación que jamás imaginaron.
“Solo descartamos a familias que ya han sido ayudadas previamente por alguna otra organización o por nosotros mismos, pues intentamos ayudar a la mayor cantidad de familias posible. Funcionamos 100% por medio de donaciones de amigos, vecinos o personas que no nos conocen pero que gracias a Dios han confiado en nosotros”, explicó.
Si usted desea colaborar con víveres puede contactarlas al teléfono 8675-8994 o hacer algún aporte en efecto mediante una transferencia Sinpe móvil al mismo número, y ellas les enviarán de regreso una factura con los víveres que se compren con ese aporte.
“Es un trabajo agotador física y mentalmente, me toca ver la pobreza, escuchar a personas llorar en el teléfono, pero también me toca ver la parte linda, cuando llego con galletas y jugos para los niños o cuando las personas se ponen a llorar de felicidad al recibir los víveres”, explicó.
Han llevado aportes a familias que se encuentran en cuarentena por covid, siguiendo las medidas de seguridad respectivas, y siguen ayudando a quienes necesitan en la medida de sus posibilidades, dado que la organización funciona con trabajo voluntario y donaciones.