El Hospital San Vicente de Paúl desde la Clínica de Mama, en coordinación con grupos organizados como la Asociación Mujeres en Rosa y las Navegadoras realizan una excelente labor de prevención y acompañamiento a las mujeres Heredianas para que se practiquen los exámenes y logren detectar el cáncer de mama a tiempo.
Esa es la clave para lograr superar ésta enfermedad, que no se puede prevenir, según explicó la Dra. Irsa Calderón, de la Clínica de Mama del hospital. Detalló que si bien Heredia tiene altos índices de incidencia de éste cáncer es porque gracias a la difusión del mensaje de prevención, muchas mujeres se acercan a la consulta médica.
Una vez diagnosticada con cáncer, en menos de un mes está operada, y luego recibe el acompañamiento de la Clínica de Mama y los grupos organizados por un año, a fin de apoyarla si sufre crisis depresivas, ya que es una lucha muy dura la que deben dar para retomar nuevamente sus vidas.
Precisamente por ello, en el marco de la celebración del mes de la lucha contra el cáncer, se inauguró en el centro médico el jardín de las biritecas, nombre que daban los indígenas huetares a las mujeres guerreras.
“Quisimos usar este nombre para el jardín porque refleja la actitud con la que las pacientes y voluntarias del programa de navegación del hospital enfrentan, cada día, la batalla contra esta enfermedad, todas ellas son unas guerreras”, explicó la doctora Irsa Calderón, quien insistió en la necesidad de prevenir y por ello realizan charlas en empresas, en comunidades y dónde las inviten, porque una población informada podrá accesar a los servicios de salud a tiempo.
El Jardín de las biritecas se ubica en la casona Beneficio Miramonte situada en las instalaciones del centro hospitalario, un área de 80 metros cuadrados, el medio de dos importantes áreas para las mujeres con cáncer de mama: la oficina de AMURO y el salón donde se imparten las charlas de asesoría sicológica, así como de empoderamiento. Su diseño y construcción se efectuaron gracias a la donación de $1.500 dólares que recibió AMURO.
“Será un espacio para que las pacientes oncológicas puedan tener paz, que puedan conversar a gusto y de forma privada con las navegadoras cuando se les da el diagnóstico o cuando van a las terapias, algunas pacientes al venir a las citas sufren de momentos de crisis, es donde las navegadores las captan y ese jardín será el lugar ideal para ellas”, comentó Marcela Campos Vargas, presidenta de AMURO.
Durante la actividad, aprovecharon para enseñar a muchas de las sobrevivientes de cáncer, que aún se encuentran recibiendo quimioterapia cómo usar los turbantes, si desean usarlos, así como tips de maquillaje, para insistirles en que siguen siendo mujeres hermosas, y el hecho de haber perdido un seno o parte de él, no las cambia, al contrario, es un recuerdo de que ganaron la batalla.