Su amor por el café y la historia, unidos a la falta de oportunidades laborales llevaron a Ana Laura Román a dar vida a un emprendimiento que mezcla el sabor y la tradición: se trata de Barvak una cafetería ubicada en Barva, en una casa con más de cien años.
Recién graduada de la universidad tocó muchas puertas pero ninguna se abrió. “No me lo tomé personal es parte de las estadísticas de desempleo, y no quería ceder a un call center que parece ser la opción para los jóvenes”, comentó.
Entonces decidió darse la oportunidad de seguir su sueño: tener una cafetería y es que junto a sus estudios también hizo espacio para su pasión por el barismo y ya certificada llegó la oportunidad de construirlo.
Así nace Barvak, nombre que rinde tributo a la historia del cantón, y uno de los pueblos más antiguos y por ende, con más historia del país. Barvak era el cacique que gobernó el valle del Barva. La palabra viene del Nahual que significa río negro u oscuro.
El lugar dónde se abrió Barvak es una casa antigua muy bien conservada gracias a su nueva propietaria que la rescató de las garras del abandono, y les devolvió la vida a las paredes de bahareque, y adobe, dónde resalta su techo de teja antigua.
Barvak ofrece a los visitantes ese lugar acogedor que permite la tertulia, el encuentro entre familia y amigos, al disfrutar una taza de café en el patio, mientras los más grandes reviven tiempos pasados.
Y los más jóvenes aprecian parte de la historia que se ha perdido o quedado oculta bajo los aparatos tecnológicos que cierran las opciones para que la familia comparta.
Ana Laura vio el espacio que se ajustaba exactamente a su idea, de mezclar la historia con el café, ya que el café es parte de la historia de nuestro país. Y así, como hechos uno para el otro, se unieron para dar vida a Barvak en la Casa Solera, donde se desarrollan cuatro emprendimientos más.
La repostería y variedad de alimentos que ofrecen en el local son comprados a pequeños emprendedores, en su mayoría mujeres jefas de hogar, buscando una cadena de apoyo entre quienes al igual que Ana Lucía, persiguen un sueño.
Busca además, que haya opciones para quienes tienen diferentes gustos o necesidades, como libres de gluten, sin lactosa, Keto y más.
Está incursionando también en menú rotativo para almuerzo, dado que los clientes lo están pidiendo, uno de los más buscados la alforja, que es una comida típica en hojas de plátano, el cual se ofrece los viernes.
OFERTA DE ARTESANÍA Y MÁS
La artesanía es parte del lugar, desde sus inicios en enero de este año. Los muebles fueron elaborados por un artesano especialmente para el lugar, y es que se cuidan todos los detalles: desde la decoración hasta la protección del ambiente.
Se utilizan materiales biodegradables en todos los empaques para llevar. Los residuos orgánicos se convierten en compost, en una compostera ubicada en el patio, se recicla, se reduce el consumo de agua y se aprovecha al máximo la luz natural.
Bajo el concepto de mercadito Barvak ofrece al público artesanías, camisetas, juegos tradicionales, máscaras en miniatura y mucho más, todo elaborado por pequeños emprendedores, muchos heredianos, como Bombillo, Enraizados y Zambumbia.