Desde los cinco años tuve claro lo que quería ser. Crecí en San José, en Pozos de Santa Ana, bajo el cuidado amoroso de mi madre, quien siempre me enseñó que los sueños se cumplen con trabajo, disciplina y constancia. Ella repetía una frase que marcó mi vida: “ve por lo que más sueñas, el límite está en la mente”. Ese consejo se convirtió en mi brújula, la voz que me recordaba que no existen imposibles cuando se avanza con fe y determinación. A su lado, y con la protección incondicional de mis tres hermanos mayores Luis, Edgar y Mauricio, viví una infancia llena de amor, juegos y aprendizajes que fortalecieron mi carácter. Recuerdo cómo caminaba con un cuaderno en la mano, advirtiéndoles entre risas que si no obedecían a mamá, ¡yo misma los metería a la cárcel cuando fuera abogada! Desde entonces mi vida se llenó de sueños y de un propósito claro: hacer justicia y servir a los demás.
Mi infancia fue espectacular: trepar árboles, jugar en la calle, ensuciarme de tierra, reír sin medida. Siempre fui una niña inquieta, curiosa y llena de energía. El deporte marcó mi camino desde pequeña: practiqué natación, ciclismo, voleibol y muchas otras disciplinas que me enseñaron perseverancia, competencia sana y la alegría de nunca rendirme. Esa combinación de disciplina y entusiasmo se convirtió en el cimiento de la mujer que soy hoy.

Con el tiempo, uno de mis grandes anhelos también se hizo realidad: vivir en una torre de apartamentos, rodeada de luz y posibilidades infinitas. Hoy disfruto ese sueño junto a mi esposo, Gilberth Córdoba Moya, Gerente de Mercadeo y Ventas de Grupo Radiofónico Omega, mi querido “Papillo”, y nuestro hijo, el Arquitecto Juan José Córdoba, en Núcleo Sabana. Allí mismo se encuentra mi oficina, en el Business Center Núcleo, recordándome cada día que los sueños se cumplen cuando se trabajan con visión, constancia y fe.
Hace más de veintitrés años alcancé otro de mis mayores logros al graduarme como Abogada y Notaria Pública. Desde entonces he tenido el privilegio de asesorar a familias, emprendedores y empresas nacionales e internacionales, guiándolos en decisiones que marcan su presente y su futuro. A lo largo de mi trayectoria he ejercido de manera constante en áreas como Derecho de Familia, Migración, Derecho Inmobiliario, Corporativo y Notarial, acumulando una experiencia sólida que me permite ofrecer un acompañamiento integral y de alto nivel.

Dentro de este recorrido, el Derecho de Propiedad Intelectual se convirtió en una de mis más grandes pasiones y en el eje de mi formación académica, respaldada por una Maestría en Marcas, Patentes y Derechos de Autor junto con una Especialidad en Derecho Notarial y Registral. Desde mi firma, KVA LAW FIRM, he tenido el honor de asesorar a emprendedores, artistas, diseñadores, startups y grandes corporaciones en la protección de sus marcas, patentes, obras creativas y secretos industriales. Esta labor me ha permitido comprobar, una y otra vez, cómo una idea bien protegida puede transformarse en un negocio sólido, una empresa global o un legado familiar. En un mundo donde la innovación y la creatividad impulsan el crecimiento económico, proteger la Propiedad Intelectual no es solo un requisito legal: es blindar el esfuerzo, dar valor a la identidad y garantizar que cada creación reciba el reconocimiento y la seguridad que merece. Mi compromiso es educar, guiar y acompañar a quienes sueñan en grande para que sus proyectos estén resguardados y listos para trascender fronteras. Mi trayectoria ha sido un viaje de aprendizajes y metas cumplidas, siempre sostenido por un propósito claro. En cada etapa he contado con un aliado inquebrantable: Dios, mi socio fiel, quien me ha dado sabiduría para decidir, paz para avanzar y fortaleza para perseverar. Su guía ha puesto en mi camino personas extraordinarias que han creído en mi visión y han impulsado mi crecimiento. Entre esas bendiciones destaca de manera especial BNI (Business Network International), una comunidad que marcó un antes y un después en mi desarrollo empresarial y personal.
BNI: un punto de inflexión en mi vida. BNI no es solo una red de negocios, es una cultura basada en principios sólidos: dar para recibir, aprender constantemente y crecer en comunidad. Llegar a BNI representó un cambio decisivo. Allí encontré alianzas estratégicas, clientes y amigos, pero sobre todo una comunidad de líderes con quienes comparto valores y propósito. Con orgullo he asumido diversos roles dentro de sus equipos de liderazgo Presidenta, Vicepresidenta, Secretaria y otras posiciones que me permitieron aprender, servir y contribuir al crecimiento de cada capítulo. Esta experiencia me abrió el camino para desempeñarme como Directora del equipo SINERGIA-BNI, un rol que me llena de satisfacción porque me permite inspirar y guiar a empresarios con visión y pasión, rodeada de profesionales de alto nivel y seres humanos excepcionales.

El propósito de servir y transformar: Soy una mujer apasionada por el derecho, comprometida con la excelencia y el crecimiento constante. Mi vida ha estado marcada por la disciplina y la perseverancia, cualidades que también cultivo a través del deporte, fuente de fuerza y equilibrio que me recuerdan cada día la importancia de la constancia y me permiten dar siempre lo mejor de mí como profesional, esposa, madre y ser humano.
Como especialista en Propiedad Intelectual, respaldada por mi maestría y mi experiencia de más de dos décadas, dedico mi vida a proteger el activo más valioso de las personas y las empresas: sus ideas. En KVA LAW FIRM trabajamos hombro a hombro con nuestros clientes para registrar sus marcas, blindar sus creaciones, formalizar sus negocios y estructurar un legado sólido y seguro. Cada caso que llega a mis manos es una oportunidad para empoderar, educar y garantizar que el esfuerzo de otros tenga protección y trascendencia.
Y desde mi rol en BNI, inspiro y motivo a otros empresarios a creer que sí se puede. Porque cuando uno se rodea de personas correctas, con principios, con ética y con verdadera vocación de servicio, lo que parecía imposible se vuelve alcanzable.
Mi familia, mi mayor fortaleza. En este recorrido ha sido fundamental el apoyo incondicional de mi esposo, Gilberth, mi compañero de vida desde hace doce años. Ha sido mi amigo, mi confidente y mi mayor motivador. Su amor constante, su fe en mis sueños y su apoyo inquebrantable son la fuerza que me impulsa a seguir adelante. Junto a él hemos formado una familia maravillosa, con hijos que nos llenan de orgullo mientras cada uno construye su propio camino profesional.
Hemos edificado un hogar donde el amor, el respeto y el propósito compartido son la base de todo.
Mi vida en manos de Dios.
“Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará.” Salmos 37:5.
Mi vida, mi carrera y cada paso que he dado han estado en manos de Dios. Él ha sido mi guía en los momentos de decisión, mi fuerza en los retos y mi fuente de paz en el camino. Nada de lo que soy tendría sentido sin Su dirección y Su propósito sobre mi vida.



