Cada año se producen alrededor de 2 mil millones de toneladas de desperdicios orgánicos, la región de Latinoamérica produce 200 millones de toneladas, lo que representa una décima parte del impacto, según un estudio de One Planet Network. Para 2050, informa la ONU que los desechos a nivel mundial incrementarán un 70%.
El impacto ambiental que ello conlleva es alarmante, sin embargo, estudios recientes indican que hay una industria que puede abordar el problema de la contaminación, utilizando los desechos orgánicos como fuente para enfrentar otra crisis: la deficiencia nutricional.
La industria de los suplementos alimenticios ha tenido un crecimiento importante durante los últimos años, con una tasa de crecimiento anual del 5.6% del 2017 a 2022. Dicho crecimiento se debe a muchos factores, la búsqueda de un estilo de vida saludable, más y mejor información relacionada al consumo de suplementos, pero también tiene que ver con buenas prácticas dentro de la industria.
Un reporte publicado en 2023 por parte de la Organización de las Naciones Unidas, señala que alrededor del 7% de la población en Latinoamérica padece hambre, por lo que las carencias nutrimentales son una realidad en la región.
Elizabeth Díaz, directora ejecutiva de la Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (ALANUR) menciona que: “Es importante que las empresas e instituciones sumen esfuerzos para combatir dos crisis de suma importancia: La crisis ambiental y la nutricional. El cuidar de la salud del medio ambiente es tan importante como cuidar la nutrición de la población, por ello apostamos por prácticas que aborden una misma solución para dos problemas”.
Muchas empresas dentro de la industria de suplementos aplican procesos de innovación en los que los residuos orgánicos se convierten en ingredientes aprovechables para la elaboración de suplementos. De esta manera aportan esfuerzos para reducir el impacto al medio ambiente y desarrollan productos ecofriendly, que buscan complementar la nutrición y reducir el impacto ambiental.
Gustavo Velderrain, Coordinador de Asuntos Científicos y Regulatorios de la ALANUR, señala que, según la evidencia científica, se ha demostrado que muchos residuos que antes se desechaban pueden convertirse en una fuente reutilizable valiosa para la producción de suplementos alimenticios.
Es importante resaltar en el marco del Día Mundial de la Alimentación, celebrado cada 16 de octubre, que la transición hacia una alimentación más consciente y sostenible es un esfuerzo colectivo entre población, industria y autoridades. Fomentar la colaboración para un futuro con menos desperdicio y más acceso a los nutrientes de manera sostenible representa una oportunidad para adoptar más y mejores prácticas como las que ya se han empezado a aplicar, señaló Díaz.
Cuidar el medio ambiente por medio de prácticas que hagan aprovechamiento de recursos y desechos representa el compromiso de la industria de los suplementos alimenticios, no solo con la nutrición de las personas, sino también con la salud del planeta.