Los alcaldes de casi todos los cantones de la provincia, excepto Sarapiquí, visitaron el Cementerio Municipal de Heredia, un museo al aire libre, como parte del homenaje a los grandes maestros de la educación costarricense, Omar Dengo Guerrero, Emma Gamboa y Víctor Manuel Elizondo, en el marco de la celebración de los 23 años de la declaración de Heredia Cuna de la Educación Costarricense.
Durante el homenaje en el cementerio se leyeron los nombres de cada uno de los próceres que reposan en el camposanto y los participantes ante cada nombre dijeron presente, luego colocaron un arreglo floral sobre las tumbas de los grandes educadores, formadores de formadores, políticos insignes del siglo 19 oriundos de la provincia, que dejaron huella en la construcción del país.


“Nos encontramos en un lugar interesante, la Escuela Normal de Heredia, el Liceo de Heredia y el Colegio San Agustín fueron impulsados por Alfredo González Flores y su hermano Luis Felipe González Flores, quienes estuvieron al frente de estas instituciones, ambos descansan en el cementerio herediano, un lugar de mucho respeto, como todos los cementerios”, indicó el recopilador histórico Manrique Álvarez Rojas.
Heredia tiene doce beneméritos de la Patria, el más reciente Víctor Manuel Elizondo Mora, abogado, magistrado y profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Costa Rica, cuyo retrato fue develado en la Asamblea Legislativa el pasado jueves
Y en el marco de la visita al camposanto, se aprovechó para que, por primera vez, todos los alcaldes de la provincia visitaran juntos el mausoleo de la Niña Marisa, la que sería la primera santa costarricense.
El proceso para llevar a los altares a la Niña Santa de Heredia se encuentra muy avanzado en el Vaticano, en la Causa de Los Santos y se espera que muy pronto sea declarada venerable, con lo cual sus restos se trasladarían del cementerio a un templo del cantón central, aparentemente la Iglesia de El Carmen.
Don Manrique Álvarez compartió parte de la historia de la Niña Marisa con las autoridades municipales, para muchos de ellos, fue la primera vez que ingresaban al Mausoleo, una experiencia que pocos tienen, ya que desde hace varios años está cerrado el portón con candado por seguridad.
La placa de su bóveda se observa desde afuera del Mausoleo, que recibe mantenimiento por parte de la Municipalidad de Heredia, y puede ser visitado por cualquier persona que lo desee.
