ESPECIALISTAS ADVIERTEN IMPACTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES SI NO SE CLASIFICA AL MUNDIAL DE FÚTBOL

Imagen con fines ilustrativos, generada con IA

Esta semana será decisiva para la Selección Nacional de Fútbol de Costa Rica, que enfrentará a Haití este jueves y a Honduras la próxima semana.

Pero más allá de la emoción deportiva, la ausencia de Costa Rica en el Mundial tendría consecuencias que van desde el ámbito económico hasta el social y cultural, según análisis de académicos de la Universidad Nacional (UNA).

Para el académico Onésimo Rodríguez, del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO-UNA), la importancia simbólica del fútbol tiende a sobredimensionarse en el país.

“A veces se piensa que sería un descalabro nacional porque algunas personas asocian identidad o nacionalismo con la Selección, y eso no es así. No digo que no sea importante, pero se sobre magnifica”, explicó.

Rodríguez señaló que la pérdida tendría más un efecto simbólico o emocional, relacionado con el entusiasmo colectivo y la exposición mediática, pero no afectaría la identidad cultural del país.

Sin embargo, advirtió sobre conductas sociales que pueden verse alteradas durante grandes eventos futbolísticos. De acuerdo con datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las alertas por violencia intrafamiliar aumentan hasta un 45% durante los partidos de la Selección. También se registran más accidentes de tránsito relacionados con el consumo de alcohol.

El especialista también cuestionó la centralización mediática en torno a la Selección masculina, en contraste con la limitada cobertura a las selecciones femeninas o juveniles.

“Existe una narrativa donde la selección mayor se asocia al país entero, y ahí es donde el tema se sobredimensiona”, apuntó.

Golpe al bolsillo nacional

En el plano económico, el panorama sería más tangible. Un estudio del economista Leiner Vargas, del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE-UNA), estima que la no clasificación generaría pérdidas entre $64 y $95 millones considerando efectos directos e indirectos.

Efectos directos para la Federación Costarricense de Fútbol:

  • Premio FIFA: $9 a $12 millones

  • Apoyo de preparación: $1,5 a $2 millones

  • Derechos televisivos: $2 a $4 millones

  • Mercadeo y patrocinio: $1 a $2 millones
    ➡ Total estimado: entre $14 y $25 millones

Efectos indirectos sobre la economía nacional:

  • Menor consumo en comercio: $25 a $40 millones

  • Reducción en publicidad y medios: $8 a $12 millones

  • Disminución en turismo y marca país: $15 a $20 millones
    ➡ Total estimado: entre $50 y $70 millones

Además, la ausencia de la Selección podría enfriar la actividad comercial, al reducir el consumo en artículos promocionales, televisores, alimentos y bebidas, así como las campañas publicitarias que usualmente acompañan los torneos.

El especialista recordó que la participación en torneos anteriores tuvo efectos positivos en la visibilidad del país. Tras el Mundial de Brasil 2014, por ejemplo, Costa Rica ganó proyección internacional y jugadores como Keylor Navas lograron ingresar a ligas de élite, lo que impulsó la imagen nacional.

Repercusiones deportivas y simbólicas

En el ámbito deportivo, una eliminación limitaría:

  • La exposición internacional de jugadores y sus oportunidades en el extranjero.

  • Los contratos publicitarios asociados a figuras locales.

  • La inspiración juvenil, en un contexto donde predominan ídolos extranjeros como Messi, Ronaldo o Mbappé.

Vargas también señaló que podría disminuir la referencia simbólica de los jóvenes hacia figuras nacionales, afectando la proyección del deporte como modelo de superación.

Un reto más allá del marcador

Si bien el resultado en la cancha será decisivo, los especialistas coinciden en que el verdadero desafío está en cómo el país asimila la experiencia.

La eliminación supondría un golpe económico y emocional, pero también una oportunidad para reflexionar sobre la dependencia simbólica del fútbol como fuente de identidad y orgullo nacional.

“El país seguirá. Lo importante es aprender a separar el deporte del imaginario colectivo y fortalecer otras áreas de cohesión social”, concluyó Rodríguez.

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