Conservar los ríos limpios y el medio ambiente sano hace de Monteverde el lugar favorito de más de 200.000 turistas cada año, según datos de Instituto Costarricense de Turismo (ICT), por esa razón, en esta zona del país se desarrolla un proyecto de recolección y procesamiento residuos orgánicos, principalmente sobros de comida de restaurantes, para darles un uso que beneficia al ecosistema.
En el proyecto participan la Asociación Administradora de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales (ASADA) de Santa Elena, Monteverde, que se encarga de recolectar por semana más de seis toneladas de desechos que provienen de 100 comercios, y los traslada a una planta procesadora para producir abono orgánico.
Este proyecto cuenta con el apoyo del Banco Nacional (BN), que en el marco del programa “Transformado Comunidades” aportó recursos para para el funcionamiento de la planta y el camión recolector.
“Desde el modelo sostenible del BN creemos en el poder de la comunidad para generar acciones que benefician a todas las personas, participamos en iniciativas como la de Monteverde, que crece de manera equilibrada, social, económica y ambientalmente. Somos parte de este proyecto, único en el país, que además está en proceso de crecimiento para contribuir a una mayor escala en la conservación del ambiente”, explicó Silvia Chaves, directora de Sostenibilidad del BN.
En este cantón se producen anualmente 450 toneladas de desechos orgánicos, de las cuales 333 toneladas son convertidas en abono orgánico y devueltos al medio ambiente, con este modelo de compostaje único en Costa Rica.
Según la Dirección de Protección Radiológica y Salud Ambiental del Ministerio de Salud, el compostaje de residuos orgánicos en el país incrementó como un método para el reciclaje de residuos orgánicos, pasando de 4.700 toneladas de residuos en el 2018 a 42.580 en el 2020.
Bienestar de las comunidades
El abono es vendido en sacos a comercios y personas para el mantenimiento de sus jardines y espacios verdes, y como complemento, se regalan árboles nativos de la zona para la conservación del bosque.
De esta manera se gesta un proyecto autosuficiente que brinda ingresos económicos a las familias, se aborda una problemática inicial que era la contaminación de las cuencas hidrográficas de Monteverde y se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la huella de carbono, manteniendo un Monteverde más limpio.
La ASADA de la zona incorpora a los comercios que participan en el programa de recolección de desechos en el rubro de factura de agua, de manera que logran simplificar los trámites de aportes al proyecto.
Proyecto en crecimiento
Actualmente existe una amplia lista de espera de comercios que buscan unirse a este proyecto que impacta de manera positiva el bienestar social y ambiental, y que poco a poco va creciendo para abarcar las necesidades de toda la comunidad.
La ASADA y el Concejo Municipal de Monteverde lideran un macroproyecto denominado Parque Tecnológico Ambiental de Monteverde (PTAM), el cual incluirá una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, un Centro de Transferencia de Residuos Sólidos y una Planta de Tratamientos Productivos para transformar diversos residuos orgánicos a productos de valor agregado.
“Compostar a gran escala genera beneficios para toda una comunidad, pero también las personas pueden implementar las formas en sus hogares para desechar de manera responsable sus desechos orgánicos y de esa forma todos contribuimos al medio ambiente”, señaló Aura Sandí, administradora de la ASADA Santa Elena, Monteverde.
La pérdida y el desperdicio de alimentos generan aproximadamente entre 8% y 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, mientras que el uso de la tierra y los recursos hídricos ejercen una presión cada vez mayor sobre la biodiversidad, según el Programa para el Medio Ambiente de la ONU.