Cerca de 200 hectáreas de bosque primario componen el Parque Internacional La Amistad, el parque de mayor tamaño en el país, pero uno de los menos visitados. Incluye la Reserva de la Cordillera de Talamanca y el Parque Nacional La Amistad, está distribuido en cuatro provincias costarricenses, como San José (Pérez Zeledón), Cartago, Limón y Puntarenas. Así como las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí de Panamá.
Dentro de sus montañas se incluyen las más altas del país, como son el Cerro Chirripó a 3.821 metros sobre el nivel del mar y el Cerro Kamuk con solo 270 metros de diferencia, ubicado a 3.549 metros sobre nivel del mar. Llegar a la cima toma 4 días, con tres campamentos y se realiza con guías de la zona.
En el PILA (Parque Internacional La Amistad) se han identificado más de tres mil plantas, es hábitat para 600 especies de aves, más de 300 especies de anfibios y reptiles, muchos endémicos de la zona, así como más de 600 tipos de orquídeas y 120 especies de peces.
La distancia del centro del país podría ser una de las razones por las cuales no está en el mapa turístico de la mayoría de los costarricenses y extranjeros; sin embargo, la magia que encierra merece el esfuerzo de conocerlo.
Se requieren varios días para recorrerlo y admirar sus bellezas. Pero le ofrece al visitante una mezcla de experiencias no solo con la naturaleza, sino con las diferentes culturas indígenas y pequeños pueblos que quedaron “atrapados” por el parque, como Tres Colinas de Potrero Grande.
Un herediano vive en medio de la magia del PILA desde hace 23 años, se trata de Gavin Villegas, oriundo de Santa Bárbara de Heredia, director de Áreas Silvestres Protegidas, quien desde el año 2001 llegó a esta región.
“Es el sitio más prístino de todo Costa Rica y la masa de bosque más continua que hace viable la presencia de todos los felinos para el país, como jaguar, oncilla, puma, yaguarundi, ocelote y tigrillo- Posee declaratoria de patrimonio de la humanidad, reserva de la Biósfera y sitio Ramsar, reflejo de su valor”, comentó
El PILA ofrece grandes parches de Robledales, ecosistemas de páramos y turberas que destacan a nivel centroamericano. Es considerada una de las regiones con mayor biodiversidad y muchas especies endémicas.
PROTECCIÓN PARA LA FAUNA DEL PARQUE
Precisamente para evitar que estos pobladores sean víctimas de los animales que habitan en el parque, se realizó una donación por parte del Grupo AJE, con el fin de instalar cercas eléctricas que alejan -sin dañar- a los pumas, tigres, dantas y otros mamíferos, de los cultivos de frijol, chayote, zanahorias, culantro y muchos más. Que son la base de la alimentación de las familias, que tienen una agricultura de subsistencia, y también para atender a los visitantes, dado que la principal actividad económica de estos pueblos es el turismo.
La donación se realizó mediante una fundación, para comprar los materiales para las cercas eléctricas, que son portátiles y se alimentan de energía solar. Ya varios de los pobladores las tienen en sus cultivos y han notado la diferencia.
Uno de ellos es Oscar Ortiz, quien junto a su esposa Yenny viven de unas cabañas para atender turistas, así como de los cultivos y un estanque de truchas. Don Oscar asegura que ha sentido la diferencia, y la han visto mediante las cámaras trampa que tienen colocadas para monitorear a los animales del parque.
“La danta que se comió todo el frijol, volvió a llegar cuándo ya estaba la cerca, sintió la corriente y se fue, ya no regresó”, comentó don Oscar. Aun le queda por resolver otro problema y es cómo alejar las aves del estanque de truchas, para lo que también le han ofrecido coordinar ayuda mediante estos aportes.
QUE OFRECE EL PARQUE INTERNACIONAL LA AMISTAD
Entre las bellezas que esconde este tesoro verde destacan el Sendero de Los Gigantes, con árboles centenarios de gran tamaño, que requiere poco esfuerzo para disfrutarlo, ideal para senderistas principiantes, quienes podrán a su paso observar árboles centenarios, que requieren al menos cuatro personas para abrazar su tronco, variedad de plantas, y observar gran cantidad de aves, cuyo canto acompaña el recorrido.
Se toparán con agua de manantial que baja de lo alto de la montaña para mantener la vida en el parque, y tendrán la sensación de estar sumergidos en un mar de verdor, ya que hacia donde observen están rodeados de vegetación, con unos atrevidos rayos de sol que atraviesan entre sus ramas.
Para quienes gustan de la aventura o se preparan para escalar el Cerro Chirripó, tienen en el Cerro Kamuk el reto perfecto.
Se requieren de tres a cinco días para llegar hasta la cumbre, cuenta con tres campamentos establecidos, convirtiéndose en un reto para los amantes de los retos entre la naturaleza, en su viaje se internarán en un bosque primario, con muy poca intervención humana, por lo que podrían encontrarse las huellas de algún gran felino, toparse las dantas y sin duda, a los quetzales, que habitan la zona.
Precisamente el parque cuenta con senderos cortos para quienes deseen ir a recargar sus baterías en medio de la naturaleza sin esfuerzos extenuantes que por su condición física o de salud no pueden realizar, para ello podrán disfrutar los recorridos para observar aves, muchas únicas de la zona, y compartirán con los quetzales que se posan incluso en los patios de los pequeños hospedajes para los visitantes. El canto de las aves y los mugidos lejanos de alguna vaca, regalan un despertar relajante.
Aunque oscurece muy temprano, la actividad no finaliza al ocultarse el sol, sino que, tras un descanso, los visitantes que lo deseen pueden ir a disfrutar del tour de estrellas, porque esta zona ofrece uno de los mejores cielos para ver el firmamento.
Obedece a la poca contaminación lumínica del lugar, ya que el último poste de electricidad está a más de tres kilómetros de las posadas, lo que ayuda a vivir una aventura diferente, donde en la mesa se comparte entre los comensales, no solo de una deliciosa comida, sino una sabrosa conversación, que se puede extender por horas, sin la distracción del celular.
A las dos de la madrugada se sale hacia el mirador de estrellas. El frío se combate con una colchoneta en el pasto, y chocolate caliente. Ya con la mirada en el cielo, se pueden apreciar de una forma diferente los brillantes astros, con una explicación de Blanca Rosa Mena propietaria de Cabañas Bonnysu, quien conoce el cielo como la palma de su mano, y detalla con facilidad cada planeta y estrella que decora su cielo. Y de vez en cuando pasa alguna estrella fugaz dejando su estela de luz en el cielo. Precisamente Bonnysu está coordinando con el ICT para lograr la certificación internacional del cielo, que lo colocaría en el mapa mundial como lugar mágico para contemplar los fenómenos celestes.
UNIÓN PARA LA CONSERVACIÓN
Este parque mantiene una relación muy especial con sus vecinos, la mayoría territorios indígenas, que se rigen por normas diferentes, pero que los funcionarios del SINAC han sabido comprender y respetar, logrando un trabajo en armonía.
Precisamente esta ha sido la clave para convertirlos en aliados en la protección de la zona de amortiguamiento, es decir, la zona que rodea al parque.
Los reconocimientos nacionales e internacionales permiten que varias organizaciones pongan sus ojos en él, para contribuir a su protección.
El más reciente convenio lo suscribió con AJE Internacional, empresa de bebidas de origen peruana, comprometida con la conservación ambiental en los lugares donde opera.
Su aporte permitió dotar de uniformes y equipos a la brigada de bomberos voluntarios de Salitre, uno de los tres territorios indígenas con que colinda, junto a Cabagra y Ujarrás.
Las brigadas son claves en la conservación, dado que los incendios que podrían afectar al parque internacional no inician dentro del parque, sino en las áreas que lo rodean, y de una rápida respuesta de los voluntarios depende que el fuego avance hacia el parque.
Gracias a su trabajo, los incendios forestales han disminuido considerablemente, en las zonas de amortiguamiento, y lo hacen con los pocos recursos a su disposición, poniendo en peligro sus vidas, ahora ya cuentan con trajes especiales, máscaras y otras herramientas para controlar el fuego sin exponer su vida.
Así como la donación para la adquisición de cercas eléctricas alimentadas con energía solar que se distribuyen entre los vecinos del parque para invitarlos a continuar protegiendo la vida silvestre.