Pasadas las 11 de la mañana de este miércoles el corazón de los efectivos policiales que atendían una revisión en un basurero clandestino, comenzó a latir con mucha fuerza.
Y no era para menos, habían comprobado que dentro de los desechos, había un pequeño bajo el sol, sin ropa, menos pañales, pero sí con el deseo de vivir.
El hallazgo se hace en Hatillo 4, en las inmediaciones de la rotonda del sector conocido como Rancho Guanacaste, gracias al aviso de una persona que, al observar una patrulla pasar, les dijo haber escuchado el llanto de un bebé proveniente del sitio.
De inmediato, los oficiales se desplazaron al lugar indicado y buscaron entre los desechos, hasta dar con el pequeño, que con su llanto tímido clamaba por ayuda.
Uno de los efectivos al verlo, no dudó un segundo en abrirse la camisa del uniforme y apretar el pequeño cuerpecito contra su pecho para darle calor y el amor que no había recibido en su corta vida.
En la patrulla llevaron al pequeño a la Clínica y de ahí fue remitido al Hospital de Niños, donde se confirmó que tenía entre cuatro y cinco días de nacido.