«UNA NAVIDAD DIFERENTE: CÓMO VER LA LUZ EN MEDIO DEL DUELO»

Recopilación Prensa HerediaHoy.com

La Navidad suele estar asociada con momentos de alegría, unión y celebración. Sin embargo, para quienes enfrentan el duelo por la pérdida de un ser querido, la incertidumbre tras la pérdida de un empleo o cualquier otra situación desafiante, estas fiestas pueden traer emociones encontradas y una sensación de vacío.

Definir el duelo no es fácil, pero una de las mejores definiciones para entenderlo de una forma integral es: “el duelo es la respuesta emocional humana única, universal y dolorosa que se produce ante la pérdida de una persona, cosa o valor con el que previamente se había establecido un vínculo afectivo. El duelo es un proceso de adaptación que conlleva cualquier pérdida significativa”, por esta razón, el duelo no aparece en las personas como una enfermedad, sino que tiene una función en el proceso de adaptación a la nueva realidad de quien ha perdido a su ser querido permitiendo que se enfrente, acepte y afronte vivir sin la presencia de la persona.

Quienes están pasando por un duelo -que pueden ser días, semanas, meses- puede sentir que se está enfermando porque se presentan síntomas físicos, conductuales, emocionales y cognitivos como: sensación de opresión en el pecho, hipersensibilidad al ruido, sensación de estar viviendo un sueño o que no soy quien vive esta realidad; palpitaciones; falta de energía, dolor de cabeza; puede haber disminución del apetito y del sueño; sentir que se olvidan las cosas, se está distraído o hay dificultad para concentrarse.

No todas las personas que están viviendo un duelo tienen esas mismas manifestaciones, tampoco son constantes o estáticas, como es un proceso presenta cambios y evoluciona con el tiempo, por lo cual es importante reconocer que es individual, en todos no se presenta de la misma forma y, por tanto, es importante que el ritmo de quien lo vive sea respetado por quienes constituyen su entorno familiar y social.

Es importante recordar que no existe una forma «correcta» de vivir la Navidad, especialmente en momentos de dificultad. Cada persona procesa el dolor de manera distinta, y permitirse sentir tristeza, nostalgia o incluso desconexión con la temporada es completamente válido.

No se trata de forzarse a estar feliz, sino de encontrar formas de honrar el proceso emocional y, si es posible, construir momentos de paz. Es importante no aislarse, no obligarse a pasar solo por esos momentos, porque en cada estrella y en cada abrazo sincero, puede haber un rayo de luz que ilumine incluso las noches más largas, donde la oscuridad impera en medio de las luces que brillan alrededor.

 

Consejos para afrontar la Navidad en tiempos difíciles:

  • La aceptación:aceptar que se vive un momento personal difícil sin que genere autoreproches, autojuzgamientos o autocuestionamientos, de tal forma que desde la aceptación se reconozca que esta situación va a ser por tiempo limitado y va a permitir vivir estas fechas no iguales a cómo eran con la presencia del ser querido, sino con otra mirada, incluyendo la alegría, el amor y la esperanza como invitados nuevamente de estas fiestas.
  • Honre sus emociones: No se sienta obligado a participar en actividades que le resulten abrumadoras. Reconocer sus sentimientos y darles espacio es un acto de cuidado personal.
  • Crear nuevas tradiciones: Si las antiguas tradiciones le resultan dolorosas, por estar cargadas de recuerdos considere reinventarlas. Puede encender una vela en honor a un ser querido ausente o realizar una pequeña reunión que se adapte a su situación actual.
  • Rodearse de apoyo: Buscar la compañía de personas que le brinden consuelo y comprensión. Si prefiere pasar un tiempo a solas, también está bien; el equilibrio es clave.
  • Ayudar a otros: Participar en actividades solidarias, como donar juguetes, alimentos o tiempo a quienes lo necesitan, puede brindar un sentido de propósito y una conexión emocional positiva.
  • Ser amable con uno mismo: Establecer expectativas realistas. Está bien si esta Navidad no es tan alegre como otras. Recuerde que el tiempo y la paciencia son aliados en la recuperación emocional.
  • Expresar las emociones:no se restrinja, ya que manifestar lo que siente en momentos como estos, es honrarse a uno mismo y fortalecer su amor propio.
  • En la noche de celebracióno en el transcurso del día puede hacer algún rito que sea el símbolo del recuerdo y presencia de su ser querido.
  • Realizar actividades físicascomo caminar, practicar yoga, meditar o hacer ejercicio.
  • Cultivar la espiritualidad: asistir al servicio religioso de la navidad que realice la iglesia de la que forme parte
  • Acudir a un profesional:si siente que es una situación que lo sobrepasa no dude en buscar ayuda.

Aunque vivir las fiestas en medio de una pérdida o adversidad es un reto, estos momentos también pueden ser una oportunidad para redescubrir el significado de la Navidad. Más allá de las luces y los regalos, esta temporada invita a reflexionar sobre la resiliencia, el amor y la esperanza, incluso en las circunstancias más difíciles.

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