La celebración del Día de la Madre en nuestro país tuvo su origen en la visión de una maestra herediana, quien envió la solicitud al Congreso de la República en 1932 y posiblemente por ello, se celebra a lo grande en todos los cantones.
La maestra Evangelina Solís Salvatierra fue la creadora de esta celebración, aprovechando que a mediados de cada año para la salida de vacaciones de los estudiantes se organizaba la tradicional reunión para entregar las calificaciones de los estudiantes.
En esa actividad, una de las más importantes del ciclo lectivo, se aprovechaba para entregar tarjetas de honor a los alumnos con mejores calificaciones, frente a sus madres, ya que eran ellas quienes asistían a las actividades escolares.
La niña Evangelina ya como directora de la Escuela Nicolás Ulloa, en Heredia, dio un giro a la actividad y propuso que las tarjetas de honor se entregaran a las madres, por el esfuerzo que ellas hacían para que sus hijos se empeñaran en sus estudios.
Así inició la celebración a las madres en nuestro país. La niña Evangelina quiso extenderlo a los demás centros educativos para ello, envío una propuesta al Congreso Constitucional, en la que los exhortaba a decretar el 14 de julio como día de la madre, “para clausurar en forma tan bella el primer periodo escolar”, rezaba el documento firmado por todo el personal de la Escuela Nicolás Ulloa.
DE LA MANO CON LA FE
El 15 de agosto es el día en que la Iglesia Católica celebra que la Virgen María sube al cielo en cuerpo y alma, es un dogma de fe declarado así por el Papa Pío XII en 1950.
La propuesta de la niña Evangelina fue discutida por los congresistas en julio de 1932, se aprobó en agosto.
La Ley 79, firmada por el presidente Julio Acosta, el 10 de agosto de 1932, estableció rendir homenaje a la madre costarricense el 15 de agosto de cada año en todas las escuelas, colegios, asilos e instituciones de beneficencia dependientes del Estado.
¿QUÉN FUE LA NIÑA EVANGELINA?
Evangelina Solís Salvatierra, maestra herediana inspiradora de la celebración del Día de la Madre en Costa Rica, se caracterizó por promover causas sociales de gran relevancia en la provincia de las flores, como reconocimiento fue declarada Hija Predilecta de Heredia y su fotografía se encuentra en el Salón de Sesiones del Palacio Municipal.
Realizó sus estudios de primaria en Heredia y la secundaria en el Colegio Superior de Señoritas, donde se gradúo en 1904, según su biografía recogida por Solo Heredia.
Un año después se incorporó al Magisterio y laboró en las escuelas heredianas República Argentina y Braulio Morales; luego en la República del Perú, en San José.
Fue nombrada como la primera directora de la naciente Escuela Nicolás Ulloa, héroe herediano que fue parte de la gesta de 1856; el centro educativo se clausuró en 1938 para dar paso a la Escuela Cleto González Víquez, pero la niña Evangelina continúa como su directora.
Fue la niña Evangelina inició con la idea de tener un comedor para los estudiantes. En 1918 comenzó con un vasito de avena para recibir a los alumnos de menos recursos, luego siguió el almuerzo, para lograrlo convenció a los carniceros y padres en mejor condición económica para que donaran lo necesario.
Su obra también quedó plasmada en la Cruz Roja herediana, ya que fue tesorera y cofundadora.
En su búsqueda de recursos para las escuelas ideó propuestas visionarias. Cuando el fútbol se comenzaba a jugar en forma oficial en el país, pidió permiso a la Municipalidad para colocar sillas alrededor de la Plaza de Flores para vender el espacio a quienes asistieran a ver la final entre el Club Sport Herediano y el Club Sport La Libertad, el 30 de octubre de 1921, según narra Pompilio Segura, en el blog Solo Heredia.
También inició con el cine herediano, ya que en 1921 solicitó a la Municipalidad energía eléctrica para la escuela, con el propósito de poder proyectar películas los sábados y así recaudar fondos para el centro educativo.
Dejó las aulas en 1940 cuando se pensionó, pero continúo dedicada a muchas obras sociales. Falleció el 17 de noviembre de 1974.