La participación comunitaria y el apoyo social fueron ejes centrales del programa de voluntariado desarrollado por KFC Costa Rica a lo largo del 2025, una iniciativa que permitió fortalecer el vínculo de la marca con distintas comunidades del país mediante acciones solidarias, recreativas y de acompañamiento social.
En el marco del Día Internacional del Voluntariado, conmemorado en diciembre, la empresa destacó el alcance de este programa que se mantuvo activo durante todo el año y que tuvo como objetivo generar bienestar, promover la convivencia comunitaria y brindar apoyo directo a poblaciones en situación de vulnerabilidad.
Las jornadas de voluntariado se desarrollaron en diversas comunidades de la Gran Área Metropolitana, así como en Limón y San Ramón. Como resultado de estas iniciativas, se logró acompañar a 1.352 niños y brindar apoyo a 185 personas que laboran en centros infantiles, quienes también recibieron alimentación preparada especialmente para cada actividad. En estas acciones participaron colaboradores de los equipos de Operaciones y del Centro de Soporte de la empresa.
Entre las actividades realizadas se incluyeron entregas de alimentos, visitas comunitarias y espacios de recreación adaptados a las necesidades de cada zona, lo que permitió reforzar el compromiso social de la marca y su cercanía con las comunidades donde opera.
Como cierre del año, el pasado 12 de diciembre se llevó a cabo un voluntariado especial durante la fiesta navideña del Hospital de San Ramón, donde colaboradores de KFC acompañaron a niños y familias, brindándoles momentos de alegría en una fecha significativa. Durante esta actividad, la empresa donó 400 piezas de pollo que fueron compartidas con los menores participantes.
Mónica Castro, asesora de Cultura y Comunicación de KFC Costa Rica, señaló que el programa de voluntariado refleja los valores de la organización y su interés por construir relaciones basadas en el servicio, la solidaridad y el acompañamiento, así como por comprender de forma más cercana las necesidades de las comunidades.
Además del impacto social, el programa fortaleció la cultura interna de la empresa, promoviendo la participación de los colaboradores en iniciativas solidarias y fomentando valores como la empatía, el liderazgo y el sentido de pertenencia. El programa continuará activo más allá del cierre del 2025, con la meta de ampliar su alcance y seguir generando bienestar en las comunidades del país.