Mario Víquez es un ejemplo de entrega a los demás, este barveño de se graduó como ingeniero agrónomo en 1971 en la Universidad de Costa Rica y siguiendo su corazón se fue a trabajar en Zarcero por 30 años, y es precisamente su corazón el que lo lleva a compartir sus conocimientos y su pasión con un grupo de jóvenes que han caído en drogas.
Luego de sufrir tres infartos por recomendación médica don Mario debía bajar la intensidad de sus actividades, algo difícil para un hombre muy activo, esto lo llevó a iniciar con un cultivo de lechuga hidropónica en su casa, a tomar clases de música, idiomas y por cosas del destino, a conocer a los jóvenes del Hogar Crea para menores en Santa Lucía.
“Una vez que cumplí el ciclo, me vie a mi tierra natal, porque soy de Heredia y vuelvo a Heredia, y me puse a hacer cosillas, fui taxista porque no podía estar de vagabundo en la casa, soy un poco hiperactivo”, detalló.
Hoy don Mario es un ángel para los jóvenes que permanecen en el Centro, ya que tienen la agricultura como parte de su terapia, al tiempo que aprenden cómo cultivar la tierra, podrán saborear lo que cultivaron con sus propias manos y eso los llena de satisfacción.
¿Cómo se acerca a los jóvenes de Hogar Crea?
Alrededor de mi casa un grupo religioso se reúne a orar todas las semanas, no soy muy religioso, pero un día me invitaron y le dije a la doña vamos a ver de qué se trata, es un grupo familiar que se reúne a estudiar el evangelio, y ese grupo una vez al mes viene aquí a compartir con ellos un rato de espiritualidad y les trae una comida, fue así que conocí el programa de Crea y les sugerí que hiciéramos algo de voluntariado diferente, porque siempre me ha gustado el voluntariado, en Zarcero estuve en la Cruz Roja, en Bomberos en la Asociación de Desarrollo.
¿Y cómo ha sido la experiencia?
Muy gratificante, porque vine a ver el campo que teníamos para hacer la huerta y es pequeño, podríamos irlo ampliando, pero si era un pedregal, los muchachos pusieron manos a la obra, porque esto era como un tajo, y había que sacar las piedras a mano porque no había herramientas.
Con mi familia buscamos apoyo en las redes sociales y apareció gente muy colaboradora que donó palas, rastrillos usados y otros, un señor dio 200 dólares para comprar materiales y ya tenemos un stock de herramientas para trabajar.
¿La actitud de los muchachos cómo fue?
Para ellos todo era desconocido, ha sido un aprendizaje, porque muchos provienen de familias donde la agricultora es desconocida, pero ellos tienen la experiencia de la terapia y lo han visto como una terapia para su reinserción a la comunidad y olvidarse del pasado y les sirve, vengo dos días a la semana y ellos ya saben que es hacer una era, un desagüe, atomizar, que es medir la acidez del suelo, han ido aprendiendo y lo mejor es que le ponen cariño a lo que estamos haciendo.
¿Después de la huerta que seguirá?
En los años dorados de Costa Rica que llamo yo, en el Ministerio de Agricultura enseñábamos a los muchachos a hacer huertas familiares, no solo sembrar sino tener crías de conejos, aves de postura y me ha hecho pensar que con ellos podemos hacer algo similar, tal vez no formar el Club 4S como en el pasado, pero sí seguir su línea de aprender haciendo, es más lo que les puedo enseñar en la tierra que en una pizarra.
Me gustaría también traer algo de hidroponía acá para aprovechar los espacios, con la colgante podríamos poner unas bolsas con fresas, zanahoria, cebolla hasta chile dulce y tomate, pero son cultivos que requieren más cuidado, lo he pensado, claro, se requieren recursos económicos que en este momento no se tienen. Si un buen hacedor apareciera podríamos hacerlo.
¿Cómo ayudar a que este sueño crezca en beneficio de los muchachos en proceso de recuperación?
Pueden contactarme en Mercedes Norte o en el teléfono 5562-1227 o 88919724. También pueden venir al Hogar, estamos contiguo a la plaza de fútbol en Santa Lucía de Barva.
¿Inició como terapia la hidroponía y también el trabajo con Hogar Crea?
La terapia fue la hidroponía, el italiano, el charango y ahora es volver a enseñar algunos conceptos básicos de las hortalizas, todavía hay muchas cosas que no las he hecho, porque se va a ir necesitando más conocimiento, que ellos lo van a ir adquiriendo conforme avanzamos, como las enfermedades y como tratarlas, cuando aparezcan las vamos a hablar y cómo prevenirlas.
La idea es que comprendan que no es solo volar pala, sino que hay enemigos naturales con lo que hay que lidiar, algunas veces nos ganarán otros no, pero que hay que estar atentos y cuidando la huerta.
¿Espera que cuando ellos cumplan el programa puedan replicar las huertas en sus hogares?
Muchos de ellos podrían ser multiplicadores en sus casas, aparte de volver al colegio. Además, están aprendiendo a hacer compost, y ellos podrían hacer abono orgánico e iniciar una microempresa, primero para la huerta de la casa, para el jardín, para venderle a los vecinos.
Es solo un poquito de esfuerzo, de perseverancia y podemos sembrar en alguna parte de la casa parte de la comida que se necesita. En mi familia la lechuga no puede faltar en el plato del día. Y vieras la calidad de lechuga, un producto muy saludable, y la sembramos en un espacio pequeño del patio que le quité a la señora, y ya hasta mi nieta se involucra, es una experiencia muy bonita que ayuda a unir a la familia, representa un ahorro, se come algo que usted sembró y también le puede generar un ingreso.