Por María Carrillo
Hace poco la Municipalidad del Cantón Central de Heredia convocó a más de una centena de ciudadanos de oro, 65 años y más, a una actividad de sesiones de grupo simultáneas en el campo ferial La Perla, para conocer sus percepciones hacia las instituciones y sus necesidades para mantener una mejor calidad de vida.
Fui una de las participantes y me gustó la iniciativa, pues se dijo que las conclusiones se darán a conocer en una convocatoria de fuerzas vivas para devolver resultados y buscar colectivamente soluciones a las problemáticas.
Posterior a esa actividad mis pensamientos comenzaron a fluir en lo que también pude haber agregado a los comentarios colectivos, y vinieron a mi mente los cuatro pilares de la educación planteados por Jacques Delors en el año 1966: aprender a conocer, aprender a ser, aprender a convivir y aprender a hacer: compromisos y conocimientos básicos que debemos tener presentes como seres humanos, para el progreso personal, de la comunidad, de un país, del mundo y la sobrevivencia del Planeta Tierra.
Generaciones privilegiadas
En Costa Rica los nacidos desde la década de los años 40 comenzamos a respirar nuevos aires; los jóvenes y las personas mayores se aprestaron a defender ideales políticos y llegaron a acuerdos que nos han beneficiado al menos a más de 3 millones de habitantes. Cambios macroeconómicos que se dieron en los años 60 abrieron puertas en otros aspectos, al trabajo laboral de las mujeres y a la disminución del crecimiento poblacional y poco a poco vimos cómo los recursos hacia la educación y la salud se fueron fortaleciendo.
La oportunidad para que grandes sectores de población creciéramos con acceso al juego, al arte, a la literatura y la exploración del medio nos permitió lograr otros aprendizajes y también nos comprometió a ser solidarios y brindar apoyo moral a otros, aprendiendo en sociedad a dar protección y resguardo a quienes estaban vulnerables por falta de recursos, por salud y por soledad entre otros aspectos.
Y muchos, gracias a los lazos familiares y al sistema educativo y al de salud desarrollamos acciones solidarias que hoy nuevamente tienen que florecer.
Fortalecimiento de la familia
Como eje fundamental de la sociedad, esperamos que la familia sea el primer espacio de aprendizaje y refugio donde apoyarnos cuando se presentan las dificultades y así aprendemos cómo encontrar la felicidad al ser solidarios y compartir lo que tenemos con los demás.
En esta etapa la guía y el fortalecimiento de los valores resultan fundamentales para desarrollar proyectos y cumplir sueños.
Acceso a oportunidades laborales
Además, a muchas personas, la sociedad nos ha dado el privilegio de contar con trabajo, salario y pensión y sabemos que el recurso económico es necesario para cubrir necesidades de casa, alimentación, vestido y recreación.
Y el trabajo nos ha dado acceso a muchas cosas más: conocimiento, relaciones, estatus, seguridad. Lo que aprendí con todo ello es que hay realizarse laboralmente, pues esto ocupa quizás más de un tercio de nuestras vidas.
Ahora pienso en los cambios dados por la pandemia y las transformaciones en las formas de trabajo, pero no nos podemos aislar por el acceso tecnológico, necesitamos convivir los unos otros y apoyarnos para crecer.
Fortalecimiento de valores y creencias
Otro aspecto fundamental que he aprendido como persona es que los valores y las creencias religiosas, filosóficas y de otro tipo, que se van acumulando en nuestra vida como guía nos sirven para tomar decisiones y desarrollar proyectos y alcanzar metas.
Debemos ser respetuosos con los demás y con la naturaleza que nos ha sido heredada y la debemos preservar para las futuras generaciones.
Así, en la vida y en el mundo, los valores y creencias hacen que las personas y las empresas seamos un conjuntos de personas que necesitamos avanzar y crecer, pues todas buscamos detectar eso y conectarnos con ellas.
Amigos
Recobremos las amistades que nos han marcado, utilicemos las redes tecnológicas y de apoyo para reestablecer amistades positivas.
Existen amigos que son como familia, son un punto importante que da contrapunto y fortaleza, si se amplía el circulo se encuentran personas a las cuales apreciar y disfrutar en su compañía, tales como compañeros de estudios, de trabajo, clientes, vecinos.
Busquemos y demos apoyo emocional, pues es un pilar fundamental para la vida. Esto se sustenta en tener a otra persona al lado con la que se puede contar cuando se tiene una mala racha o nos sentimos mal; esos que nos ayudan, comparten con nosotros los malos momentos y nos consuelan cuando lo necesitamos.
Así, el peso del problema se diluye y se pueden afrontar etapas duras pues resultan menos intensas cuando se comparten.
Siempre debemos recordar que nuestra esencia no cambia, y si somos afortunados en contar con recursos económicos y materiales estamos llamados a tener los pies sobre la tierra y compartir con otros nuestras riquezas y sobre todo cuidar el medio ambiente que nos rodea.
Propongámonos ser solidarios, pues la falta de apoyo hace que los problemas parezcan mucho más grandes y pesen mucho más.
Las emociones negativas que se sienten cuando las cosas van mal pueden ser más intensas: se percibe más miedo, más estrés, más tristeza, debilidad o frustración ahora necesitas ser mucho más fuerte y resiliente de lo que eras anteriormente.
Ser resiliente
No podemos esperar tampoco que otros nos resuelvan los problemas, debemos entender que dentro de nosotros existen fortalezas que nos ayudan a sobrevivir, si nos empeñamos encontramos las soluciones. Por consiguiente, hay veces que es necesario afrontar las dificultades por nosotros mismos.
La resiliencia es la capacidad que tenemos para afrontar los problemas y las experiencias difíciles de la vida sin venirnos abajo, ni acabar trastornados o enfermos, sino sintiéndonos bien e incluso fortaleciéndonos por la experiencia.
El primer paso, es proponernos, no vernos como personas débiles y empezar a pensar que somos más fuertes de lo que creemos y que tenemos la fuerza interior que nos dará las ideas modo constructivas para ser más fuertes.
Ser emocionalmente fuerte implica aceptar las emociones y manejarlas correctamente. Significa aceptar lo sentimos en cada momento, sin tratar de huir de las emociones negativas mediante válvulas de escape que pueden ser perjudiciales, como por ejemplo el alcohol, las drogas, o aquellas distracciones que se usan para no sentir y huir.
Hay que mirar que las etapas duras pueden convertirse en una oportunidad de crecer y mejorar. Busquemos siempre el lado positivo, y una forma de encontrar la paz, es tomar energía de la naturaleza.

Vida saludable: Nutrición, ejercicio, relajación y sueño
Mucho se ha reiterado que debemos tener una vida saludable. Para ello el deporte y la salud van de la mano, se debe permitir que el cuerpo dure y la mente funcione, hay que evitar el stress, la ansiedad y a veces miedos y el ejercicio físico es una gran válvula de escape, se liberan endorfinas y se estimula a ser más sanos y felices.
Cuidar del cuerpo es bueno para la salud física, pero, además, puede mejorar el bienestar emocional.
Para obtener los mejores resultados, tratemos de encontrar el equilibrio entre los cuatro componentes del bienestar, pilares que interactúan para mantener la mente y el cuerpo saludables.
Nutrición: Una dieta saludable promueve sentirse bien, por eso sino lo han hecho, comiencen a utilizar alimentos saludables, por ejemplo, reemplacen el arroz blanco, las pastas y el pan blanco por versiones integrales, de frutas y vegetales por día.
Actividad física: Mover los músculos produce endorfinas una sustancia química que ayuda a que el cerebro aborde el estrés.
Vivimos cerca de las montañas y de espacios turísticos públicos, aprovechémoslos y cuidémoslos, no dejemos basura, participemos en campañas ambientales, limpiemos los espacios verdes.
Descubra espacios, camine por Heredia, realice ejercicios, aproveche los espacios públicos, vaya a la piscina del Palacio del Deporte o a la Universidad Nacional, haga ejercicios aeróbicos, comience con un plan de actividad física, propóngase realizar 30 minutos por día.
Horas paz y sueño: Procuremos relajarnos mentalmente para reducir el estrés y la ansiedad, así como aumentar la energía y la concentración.
A menudo se nos sugiere hacer respiraciones profundas, ejercicios de visualización y meditar como técnicas efectivas de relajación, comencemos con una rutina de 10 minutos al día y después lo vamos incrementando.
¿Cuántas horas dedica al sueño? Una buena noche de sueño ayuda a reducir el estrés, mejora la concentración y aumenta la energía emocional, la recomendación mínimo 8 horas de descanso lejos de las interferencias tecnológicas.
Tenemos el privilegio de vivir en un país reconocido por revertir los problemas ambientales, pues en los años 70 nuestros bosques estaban desapareciendo y hoy tenemos parques nacionales, reservas biológicas y alrededor del 5% de la biodiversidad de Planeta.
El Siglo XXI debe traer grandes cambios personales y sociales, debemos afrontar las consecuencias del cambio climático y de todos los problemas subsecuentes. No lo podemos hacer solos debemos procurar de manera colectiva minimizar nuestra huella ambiental.
