“Por la situación que actualmente se presenta y el ámbito político que se está manejando hace que ayer presentar a mi renuncia al presidente. El proyecto PANI debe ser más grande que una presidencia ejecutiva, debe ser un cambio para dar una respuesta, a porque nuestro interés es la niñez… Yo no voy a provocarle ruidos, problemas con otros actores políticos, no quiero perjudicar el proyecto del presidente Alvarado. Estoy convencida que no importa la persona que asuma el cargo, el PANI debe cambiar”, afirmó Patricia Vega al anunciar su salida de la institución.
Detalló que la oficina de Alajuela, que debía atender el caso de la niña fallecida ayer, contaba con todo lo que requería, era una oficina tipo A, y aún así no actúo a tiempo. “Se clasificó mal, y no se atendió”, dijo visiblemente dolida por el accionar de los funcionarios.
Esa misma oficina era la encargada de atender el caso de otro niño que falleció el año pasado, y no se actuó por lo que había sido intervenida y reforzada con personal.
En el caso ocurrido ayer, ya el PANI había intervenido la familia por un hermanito mayor. La madre fue a Academia de Crianza, pero en el reporte sobre la niña, era claro el riesgo, la vulnerabilidad y no se le dio la prioridad que requería.
“Lo más grave, además, es que el PANI tuvo conocimiento que esta niña estaba en riesgo y no actúo. Es un PANI que no responde a lo que está llamado a hacer, para lo que fue creado. Ya no es posible tolerar este tipo de incompetencia en la institución. Uno se pone a pensar que si el PANI hubiera actuado bien se hubiera protegido, se hubiera llevado a un albergue una niñita de 4 años no merece esta situación”, enfatizó.
Insiste que hay enormes falencias en la institución, donde hay muchos funcionarios comprometidos, pero también hay liviandad en el accionar. Se siente frustrada porque las personas encargadas no les ven la gravedad a los reportes, los clasifican mal pese a que la denuncia es clara sobre el riesgo de los niños y no les dan la prioridad que tiene.
Deja claro que la inacción en el caso de la menor fallecida obedece a la forma en que se vio, fue un error humano que le costó la vida a la niña. Asegura que desde su inicio en el 2018 ha insistido en que el PANI debe cambiar como institución, cambiar la respuesta que se da a las denuncias, pero que ha encontrado resistencia.
“El problema del PANI es que cuando se equivoca los niños indefensos pueden morir. Si esto provoca indignación en la población, más lo provoca en mí y en los funcionarios comprometidos con la gestión, pero veo día a día la dificultad para hacer las cosas mejores”, aseveró.