Andrea Irias y Nathanael Mata son una pareja oriunda de Tabarcia pero con fuertes raíces en Heredia, por ello, cuando debido a la pandemia su situación se complicó no dudaron en poner la mirada en la provincia de las flores para soñar.
“Andrea estaba a medio tiempo y en eso a mí me despidieron de la carnicería por la pandemia, entonces aprovechamos que teníamos unos ahorritos y con eso empezamos nuestra propia carnicería, muchos pueden creer que uno está loco por emprender en media pandemia, pero es una oportunidad para empezar”, comentó Nathanael, quien cuenta con amplia experiencia en carnicería.
La pareja inicia su día muy temprano en Tabarcia para dejar a sus cuatro hijos listos para el día y en buenas manos. Ya a las 8 de la mañana están en el local, ubicado 300 metros al sur de Ferretería Brenes con la mayor disposición de recibir a cada cliente con la mejor atención.
Y pasadas las 9 de la mañana el olor a chicharrón puriscaleño comienza a tentar a los vecinos y a quienes pasen cerca. El sabor de los chicharrones de Puriscal está ahora muy cerca, incluso se lo llevan a la puerta de la casa sin costo adicional, como parte de los servicios que implementaron para llegar a más clientes que por la pandemia o simplemente por comodidad, prefieren no salir de la casa, con solo llamar al teléfono 7156-9733.
“El viaje es larguillo, pero venimos con mucho entusiasmo al negocio, empezamos a llenar las urnas, de día por medio llega carne, desarmamos, alistamos y preparamos los chicharrones, llevamos pedidos, hacemos de todo y con la facilidad que las personas pueden pagar desde sinpe móvil, con tarjeta de crédito o en efectivo”, comentó Nathanael, quien agradece a los vecinos que han ido atrayendo nuevos clientes.
Comentó que emprender no es fácil, porque siempre está la preocupación de cómo les irá a ir, pero que se debe tener confianza y siempre ir para adelante con buena actitud y empujado por la necesidad de que el negocio tiene que surgir porque de eso depende la familia.
“Yo les doy de consejo a quienes quieren empezar un negocio, que si tienen un sueño, se dedican a algo y se sienten capacitado para hacerlo échense al agua, no tengan miedo, anímense. Nosotros nos animamos en pandemia y más de uno diría que estamos locos, pero no es así, tenemos confianza y Dios no nos ha abandonado. Lo importante es la actitud y las ganas con que vaya a empezar. Y empujado por la necesidad que el negocio tiene que surgir y salir adelante”, comentó.