Con el propósito de devolver al antiguo edificio de la Estación de Bomberos en San José, su belleza y esplendor original, así como brindarle un adecuado uso, el Instituto Nacional de Seguros (INS), realizará bajo la supervisión del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud, una restauración y reforzamiento estructural a la edificación.
El inmueble cuenta con declaratoria de Patrimonio Histórico-Arquitectónico de Costa Rica y se ubica contiguo al edificio en el que funciona actualmente la Sede Corporativa La Merced. Al igual que esta otra edificación propiedad del INS, es exponente del estilo Art Decó. Fue construido en concreto armado entre 1932 y 1933 para ser sede de la primera estación del Cuerpo de Bomberos en San José, bajo la administración del Banco de Seguros, actual Instituto Nacional de Seguros a partir de 1948.
De acuerdo con Elian Villegas, presidente ejecutivo del INS, “para la institución es de gran importancia rescatar y devolver su esplendor original a este edificio, ya que forma parte de la historia del país y, sobre todo, del Benemérito Cuerpo de Bomberos, una de las instituciones por las que los costarricenses tienen más aprecio”.
“Restaurar y volver a utilizar este edificio patrimonial es una buena noticia. Luego de años de estar clausurado volverá a ser utilizado para brindar servicios públicos a los costarricenses. La intervención y uso respetuosos de una edificación patrimonial siempre será la mejor forma de conservarlo”, anotó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural.
La intervención pretende restaurar la totalidad del edificio para su uso y, como parte de esta, se hará un reforzamiento estructural. Además, de acuerdo con recomendaciones del Centro de Patrimonio Cultural, se tendrá especial cuidado en conservar elementos referentes como: el lucernario, detalles en paredes y vigas, barandas de escaleras en hierro, ornamentación de la fachada, detalles en pisos, ventanas con su sistema de apertura original y marcos de metal, así como las figuras de bombero en el primer nivel, que evidencian su uso original.
El estudio de vulnerabilidad sísmica recomendó eliminar los muros de bahareque sin continuidad desde los pisos superiores hasta la base. “Otro factor que fundamenta esta medida es el hecho de eliminar los elementos considerados frágiles como lo son las paredes de arcilla que generan mucha rigidez, pero poca resistencia y poca capacidad de deformarse inelásticamente”, indica.
Según consta en fotografías del Archivo del Cuerpo de Bomberos, el edificio fue construido originalmente con dos niveles, a los que se agregó, siempre en concreto armado, un tercero con azotea. Posteriormente, a la azotea se le construyó paredes perimetrales en bahareque francés y se techó, conformando un cuarto nivel.
Estas paredes de bahareque francés no cuentan con el refuerzo y continuidad necesarios para mantenerse adosadas al edificio, poniendo en riesgo la seguridad de los peatones, por lo que serán eliminadas y se recuperará la azotea del tercer nivel. Además, este añadido no tiene la calidad constructiva del resto de la edificación, por lo que su eliminación resaltará las proporciones y detalles del edificio.