DEPÓSITO LOS ÁNGELES: 40 AÑOS DEJANDO HUELLA EN HEREDIA

Rodolfo, Oscar y Mauricio Vargas, propietarios del Depósito Los Ángeles, siguen los pasos de sus padres en la empresa familiar.

En la Heredia del siglo pasado el desarrollo empresarial se fue levantando al lado de la línea del tren, por donde llegaban y salían los productos. Precisamente por ello, don Oscar Vargas Lara y Débora Pérez Salicetti buscaron un local al lado de la línea férrea para comenzar a construir su sueño.

Don Oscar laboraba en el Aserradero Lara, allí nació su interés por la madera, según recuerda su hijo Rodolfo, quien junto a sus hermanos Oscar y Mauricio dieron continuidad a la empresa familiar, tras la muerte de sus padres.

“Papá y mamá comenzaron hace 40 años, ellos empezaron donde hoy están las oficinas centrales, ahora tenemos siete bodegas. Inició como una ferretería básica con madera, arena, piedra y cemento. A papá le nació el interés por la madera porque era un mercado muy cerrado en Heredia, solo llegaba la madera en tucas”, detalló.

Oscar Vargas Lara y Débora Pérez Salicetti crearon Depósito Los Ángeles acercando a los heredianos las maderas de la mejor calidad para las construcciones que se levantaban hace 40 años. Hoy ambos descansan en el cementerio, pero dieron a sus hijos la mejor herencia: valores y amor por el trabajo.

Don Oscar y doña Débora dejaron muy bien organizada la empresa a la cual se fueron incorporando sus hijos, de manera que actualmente cada uno se encarga de un área del negocio y ya se está sumando a la empresa la tercera generación.

“Muchas construcciones de Heredia se hicieron con madera de nosotros. Papá ayudaba mucho a las personas, y mucho de Guararí y La Milpa de la primera etapa se hizo con materiales del Depósito, papá les ayudaba con materiales, venían al depósito y muchas de esas casas que todavía están en pie, igual negocios grandes como el Rancho de Fofo que tienen años de estar en pie”, recordó Rodolfo.

¿Esa visión social se mantiene?

Si claro, pero ahora el mercado está muy complicado, siempre se trata de ayudar al que necesita. Si se puede regalamos el transporte que fue una de las ideologías de papá. En aquel tiempo papá solo tenía un camión él cargaba y descargaba los materiales. Se trata de mantener esa unión en Heredia.

La relación con los heredianos es tan fuerte, que hace dos meses llegó un señor con una factura de 1985, y me trajo de regalo la factura, muy bonita, hecha a mano por papá. Imagínese desde aquel tiempo con factura, todo en orden.

¿Cómo separan las labores entre los hermanos?

Es fácil desde la cabeza, porque papá y mamá nos dieron un orden de cómo íbamos a trabajar y siempre lo mantuvimos. Siempre es bueno hablar, nosotros somos 3 hermanos, tenemos 6 años de diferencia cada uno y nos llevamos muy bien. Desde que papá faltó hemos estado de la mano, cada uno tomó un rol, ahora entre los tres llevamos el orden, uno del transporte, otro de equipos, otro de precios, hay que llevarnos muy buen y ese ha sido el éxito de 40 años, llevarnos bien como hermanos, hablar y ser hermanos.

Una factura de 1980 es uno de los tesoros que conservan, la cual les entregó uno de sus clientes, la cual fue elaborada por su padre.

¿Cuál es la clave del éxito?

Como hermanos hay que hablar, sentarse y tomar decisiones juntos, porque si no las cosas no caminan en un negocio familiar. Debemos estar de acuerdo, y hay que hacer votaciones si es necesario para definir si le entramos o no a algún proyecto. Igual con el personal, nos sentamos para ver, hoy tenemos personas con más de 18 años de trabajar con nosotros. Incluso hay señor con más de 25 años, a él lo contrató papá y es un excelente colaborador.

Nosotros hemos visto mucho negocio de Heredia que van por la segunda o tercera generación y ya no están. En el caso de nosotros estamos en la segunda generación, pero continua, porque papá nos enseñó y ahora estamos incorporando a mis sobrinos, ya tenemos tres, que son excelentes trabajadores.

¿Eso les ha permitido modernizarse?

Sí claro, vale la pena incorporar gente joven, porque la tecnología está muy avanzada y ocupamos sangre nueva que nos apoye, como en las tendencias de las redes sociales, y ahí viene esa generación lista con la tecnología que nos apoya en este campo.

¿Cómo hicieron frente a la pandemia?

Es lo más difícil que hemos vivido. Un martes hace un año a las 3 de la tarde cerramos porque a las 4 era la restricción. No sabíamos que íbamos a hacer, dimos vacaciones a los colaboradores, en medio de la incertidumbre sobre qué días abrir y que no. Nosotros nos apegamos a la ley y llamamos a la Municipalidad de Heredia para tener claridad de las reglas.

Después teníamos que cerrar a las 4 y 30, y muchas personas no querían venir. Tuvimos que habilitar más grande la plataforma por WhatsApp para acercarnos a los clientes, muchas personas necesitaban terminar proyectos, muchos estaban en cero, se les fueron los empleados. Los sábados solo podíamos trabajar con envíos. Tuvimos que mandar a hacer mantas, publicidad, ahí comenzamos. El año fue muy complicado.

¿Les permitió avanzar en la implementación de más tecnología?

Teníamos algunas cosas muy avanzadas, pero tuvimos que acomodarnos más. Y más con la gente que venía, había que enseñarles que lo hicieran por WhatsApp, ofrecíamos datafonos para que las personas cancelaran a los choferes cuando llegaban los camiones. Iniciamos con sinpe móvil que no lo teníamos. Y en las redes sociales del negocio ahora se maneja muchísima mercadería, se puede ver fotos, ahí las personas consultan pueden verlo, se le pueden enviar medidas, peso todas las características que el cliente desee para estar seguro de que es lo que busca.

¿Qué enseñanza les dejó?

Ser más humanos, apoyarse entre todos, ver cuándo un trabajador se siente enfermo y enviarlo a descansar, enviarlo a que se revise, aplicar todos los protocolos, preguntarles a los trabajadores como esta su familia, porque si una persona salía con covid por nexo lo enviábamos a descansar. Era complicado, pero aprendimos bastante. Se fortaleció mucho más la relación con los colaboradores y llegamos a conocer más de las familias que trabajan en el negocio. Esto nos hizo más humanos.

¿Cuáles son los retos ahora?

Apuntar a la tecnología porque todo lo que abarca la construcción vamos por una tendencia más tecnológica, la idea es avanzar con más tecnología, la gente quiere todo más fácil, llavines inteligentes, lámparas inteligentes, sistemas nuevos que se conectan al internet de la casa y le abren y cierran puertas, grifería con sensor. Es un mundo diferente, nosotros somos los que usamos la llave, ahora la gente quiere todo diferente y hay que actualizarse

¿Es un buen momento para emprender?

Creo que sí, como decía papá hay que arriesgarse, sí controlarse, pero es buen momento.

Esto nos ha enseñado mucho, las personas por ejemplo han visto que podían hacer cosas que no imaginaban, oficinistas que empezaron a vender comidas, trabajadores que cortan pelo a domicilio, vieron que podían iniciar un negocio y lo hicieron. Y las personas que les daba miedo la tecnología, aprendieron a comprar por internet, a usar sinpe móvil.

“Siempre hay que soñar y luchar por las cosas y seguir, así como nosotros, creyendo y apoyándonos entre todos, es muy importante. Creer en la gente y ayudarnos.

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