Con el propósito de identificar las principales características de la demanda de talento humano en las dinámicas industrias de Dispositivos Médicos y TIC en Costa Rica, como resultado del impacto de la pandemia, la industria 4.0 y la digitalización, y definir cuáles deben ser las políticas de educación, formación y capacitación para incrementar la oferta de mano de obra calificada y adecuada a los perfiles que se están buscando, se realizó el estudio por parte del INA en alianza con varias instituciones.
Entre los hallazgos, el Estudio recomienda incrementar las oportunidades de formación en el lugar de trabajo (prácticas, pasantías y formación dual), como una vía óptima para el desarrollo de competencias y para facilitar la transición de la educación al empleo.
El estudio revela un incremento en las demandas de competencias técnicas ligadas a la industria 4.0, pero al mismo tiempo destaca que existen habilidades blandas necesarias para desarrollarse en una economía basada en el conocimiento.
“Hay una necesidad de habilidades blandas tales como la resolución de problemas y la orientación a la calidad que están estrechamente asociadas al buen desempeño del uso de tecnológicas, como la Analítica de Datos, Machine Learning, Big Data y Trabajo en la Nube, entre otras”, indica Egloff.
Los perfiles actuales requieren tener solvencia en el uso de la tecnología, las plataformas virtuales, la automatización y el uso del Internet de las Cosas. En este contexto, las empresas consideran que necesitan reforzar a su personal en temas de gestión de proyectos, procesamiento, análisis de datos, diseño y desarrollo de nuevas tecnologías (inteligencia artificial, automatización y robótica).
«Este estudio se centra en las necesidades de talento humano en las industrias de dispositivos médicos y servicios TIC y nos permite comprender mejor el impacto de la pandemia en estas dos industrias, y cómo esta se convirtió en un importante catalizador para la transformación digital y tecnológica del mundo del trabajo. Para ambos sectores, es clara la necesidad de actualizar constantemente conocimientos y herramientas tecnológicas y liderar iniciativas de formación en el trabajo con el fin de promover el desarrollo de competencias y favorecer la transición de las personas jóvenes de la educación al trabajo”, dice Olga Sauma, Directora Ejecutiva, AED.
El estudio destaca la capacidad de resiliencia y adaptación a la aceleración digital, de ambos sectores, al tiempo que reconoce el riesgo que representa la poca flexibilidad y la falta de respuesta ágil de las instituciones educativas y de la formación técnico profesional.
“Es necesario reconocer la importancia de la flexibilidad educativa y la evolución que ésta va requiriendo según las necesidades del mercado: educación presencial, virtual, modalidad mixta, etc. En el mercado laboral, especialmente en el ámbito tecnológico, cobra importancia el reconocimiento de competencias y habilidades, con el fin de atraer a más personas al mundo de la educación y la formación en áreas de alta demanda y productividad; lo que se traduce directamente en empleabilidad a lo largo de la vida”, concluye Juan Alfaro López, presidente ejecutivo del INA.
Según el estudio, la atención de la demanda de talento humano va en una doble vía, por un lado las empresas deben brindar información sobre sus necesidades y abrir espacios para la formación en el lugar de trabajo y por otro las instituciones de la EFTP deben adaptar su oferta de manera ágil. En este sentido el estudio revela la importancia de la interdisciplinariedad y concluye que es “fundamental” fomentar el enfoque de formación por competencias y/o resultados de aprendizaje, asociado a metodologías basadas en la resolución de problemas o en el desarrollo de proyectos.