FINCA DON JUAN: VEGETALES CON COMPROMISO AMBIENTAL

Don Joaquín Rodríguez y su esposa Jessica iniciaron hace 7 años con la Finca don Juan, en Santa Bárbara de Heredia, debido a un problema médico que obligó a don Joaquín a dejar su empleo.

Hace 13 años la vida de don Joaquín Rodríguez, vecino de Santa Bárbara de Heredia, dio un giro inesperado, él se había dedicado a su carnicería, pero debido a un problema en la columna el doctor le dijo que debía cambiar de actividad porque sino su movilidad corría un enorme riesgo.

Ante esa advertencia, en familia, tomaron la decisión de dejar la carnicería e iniciar un nuevo emprendimiento y se inclinaron por la producción hidropónica de lechugas, de manera que su columna no debiera esforzarse.

“Cerramos la carnicería hace siete años, y de verdad mejoró mi salud, ahora no hago tanta fuerza, pero también la calidad de vida de la familia, estar aquí en el campo es vida, trabajo con mi esposa, también mi hija con su plantación de café, el que está menos aquí es mi hijo que ahora está en Heredia, pero también nos ha apoyado en este tiempo”, comentó don Joaquín.

Con la pandemia enfrentaron un nuevo reto, ya que sus clientes eran restaurantes que de un momento a otro cerraron, por lo que iniciaron con la venta a domicilio, y han ido evolucionando para realizar su trabajo con un menor impacto en el ambiente.

Los agentes de extensión del Ministerio de Agricultura visitan con regularidad la finca Don Juan para asesorarlos sobre técnicas de producción más limpias.

Actualmente tienen sembradas cinco mil plantas de lechuga, programadas para que cada semana se cosechen mil lechugas, también 800 rollos de culantro, también romero, tomillo, orégano y están haciendo pruebas con ayote y algunas variedades de chile picante.

Utilizan empaques compostables para sus ensaladas preparadas, así como para la lechuga y en el caso de los encurtidos los empacan en vidrio, que puede ser reutilizado en los hogares, esto les ha permitido obtener el reconocimiento de Bandera Azul y ser una finca modelo.

Como parte de esa conciencia ambiental, abren sus puertas para recibir a estudiantes de diferentes centros educativos en días de campo, para mostrarles todo el proceso de siembra, y como las plantas están en diferentes etapas, los pequeños pueden ver cómo crecen las lechugas.

“Ya tenemos un listado de clientes, cubrimos Santa Bárbara, San Joaquín, Mercedes y terminamos en San Pablo Heredia, coordinamos por WhatsApp al número 8336-8479 para los pedidos y las entregas”, comentó.

Para lograr un mayor aprovechamiento del agua utilizan un sistema de riego, además cultivan en un ambiente controlado, lo que ayuda a tener una mejor calidad en sus productos.

HOMENAJE A SU ABUELO

La finca se bautizó en honor a su abuelo Juan, quien dejó el terreno a la madre de don Joaquín, con la esperanza que él no se deshiciera de la tierra a la que le guardaba mucho cariño.

Por ello para don Joaquín y su familia, la finca tiene un valor especial y están totalmente involucrados en el trabajo tanto en el campo, como en la preparación de las ensaladas y su esposa Jessica ha iniciado con un nuevo emprendimiento para aprovechar plantas aromáticas cultivadas en la finca.

“Mi mamá, en paz descanse ya cumplió cinco años de muerte, mi mamá me dio este lotecito que era su herencia, porque dijo, yo sé que usted no lo va a vender y papito hubiera querido que fuera así, todo eso me motivó a que, en familia, viniéramos a trabajar aquí”, comentó don Joaquín.

Su hija aprovechó sus conocimientos en diseño gráfico para, con una fotografía de su abuelo, crear el logo de la finca, y así la herencia de don Juan Alfaro está presente cada día en la vida de su familia.

“Queremos tener la oportunidad de externos, de salir a vender a más supermercados, actualmente tenemos nuestras ensaladas en algunos y también el envío a domicilio que hacemos”, detalló don Joaquín, quien está comenzando a hacer alianzas con otro productor que mantenga la misma calidad del cultivo y así sumar la producción para llegar a más lugares.

Doña Jessica, amante de la naturaleza, vio también una oportunidad para aprovechar las plantas aromáticas que crecen en la finca y crear un nuevo emprendimiento, se trata de elaborar pantuflas, anteojos y hasta cojines para el cuello, rellenos con semillas de plantas, lo que permite aprovechar sus propiedades para combatir el estrés.

Ella elabora las prendas gracias a sus habilidades de costura, también coordina las visitas de los niños de centros educativos, lo que le permite combinar sus conocimientos como docente.

Las ensaladas se empacan en material compostable para tener un menor impacto en el ambiente.

 

Comentarios de Facebook