HEREDIANA GANA PREMIO NACIONAL DE VALORES

La familia ha sido su apoyo para llevar adelante sus proyectos en beneficio de los niños quemados. En la gráfica su esposo Mainor Ramirez y sus hijos Brayan y Joelene.

Cynthia Bermúdez Chavarría, por su vocación de servicio compasivo como docente en la Unidad del Niño con Quemaduras del Hospital Nacional de Niños y por el trabajo altruista al asumir en su tiempo libre el compromiso de crear y liderar la Asociación Sobreviviendo a Quemaduras Hospital Nacional de Niños de manera ad honorem, fue designada ganadora del Premio Nacional de Valores.

 

Vecina de San Joaquín de Flores,  Cynthia Bermúdez, casada y madre de dos hijos: Brayan y Joelene, es educadora de profesión, y asegura que su familia ha sido una gran aliada, apoyándola en sus ideas, proyectos y trabajo.

Su madre es el pilar fundamental al inculcarle los valores de la responsabilidad, la perseverancia, la lucha, el amor y el servicio a los demás, lo que la ha llevado a lograr a lo largo de su vida, todo lo que se ha propuesto.

Luego de nueve meses de jubilada, se mantiene liderando de manera ad honorem y ahora a tiempo completo la Asociación, junto con un grupo de profesionales, para mantener el apoyo a los niños quemados y sus familias.

¿POR QUÉ SE DISTINGUIÓ?

Por su labor con la Asociación Sobreviviendo a Quemaduras Hospital Nacional de Niños, que nace en julio del 2015, con el objetivo de promover una cultura de prevención de las quemaduras a nivel nacional enfocada especialmente en los niños.

Esta asociación trabaja en forma permanente y continua por los menores que han sufrido una quemadura, y sus familias, los apoya desde el momento mismo en que se da la lesión y durante el tiempo que tarde su rehabilitación.

“La figura del docente ante un alumno en fase terminal, con una enfermedad grave, es la de acompañar, estar ahí para alegrar sus momentos, que no hay preguntas solo acciones para reírnos, cantar, leer, y aprender jugando”, aseguró.

Cynthia Bermúdez, Ganadora Premio Nacional Valores 2021 junto a Yetti Arguedas, funcionaria de la Asociación Sobreviviendo a Quemaduras Hospital Nacional de Niños, quien la postuló para el Premio.

A lo largo de 32 años, Cynthia sirvió como docente en diferentes centros educativos y en los últimos 16 como docente en la atención de los menores internados en el Hospital Nacional de Niños, en el Centro de apoyo en Pedagogía Hospitalaria, que tiene como fin apoyar a los niños en sus estudios mientras permanecen en el centro médico.

Fue asignada a la Unidad de Quemados y se convirtió en la primera y única docente del país con la especialización en Prevención y Rehabilitación de niños con quemaduras.

“Las situaciones vividas no se escogen, están ahí, nos encuentran para hacernos mucho mejores personas, mucho más sensibles ante el dolor de otros, adaptamos cada encuentro, trabajamos en sembrar ilusiones y terminamos siendo agradecidos por los aprendizajes logrados” afirmó.

Ver el dolor de los niños y su lucha por no darse por vencidos durante largos procesos de recuperación, la impulsó a buscar nuevas formas de apoyarlos, y fue así como creó la Asociación Sobreviviendo a Quemaduras Hospital Nacional de Niños

Asegura que cuando se es docente de vocación se aprende a vivir con sus alumnos como si fuesen propios: “ellos nos enseñan de alegrías, tristezas y también del dolor, para ellos y las familias mi profundo respeto, admiración y cariño”.

Tan solo hace 9 meses doña Cynthia se pensionó y dejó su trabajo como educadora en el Hospital de Niños, pero se mantiene presidiendo la Asociación y luchando por ayudar a los niños quemados.
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