La trágica muerte de un niño de once años y su madre en Batán, hace tres días, fue resultado del ataque contra la pareja sentimental de la mujer, conocido con el alias de «Popeye», así se desprende de las declaraciones del director del OIJ, Randall Zúñiga, esta mañana, durante los allanamientos para desarticular una banda dedicada a venta de drogas y sicariato.
«Popeye» era blanco del ataque por su relación con el ex líder de la organización criminal, alias «Cachi», quien a raíz de problemas en Limón, viajó a Francia por un tiempo y al regresar, trató de retomar la dirección de la banda, pero los nuevos líderes no se lo permitieron y así inician los problemas.
«Cachi» fue detenido en flagrancia hace un mes, lo que le habría salvado la vida; sin embargo, la banda no perdonó a «Popeye» por aliarse a su ex líder y lo atacó con tal brutalidad que asesinó a su pareja sentimental.
En medio de la lluvia de balas y al ver a su madre expuestas al ataque, el pequeño Ian, no dudó en intentar protegerla, y fue así como recibió los impactos de bala que acabaron con su vida.