A sus 56 años, Laura Castro ha conquistado el punto más alto como profesional al abrirse camino en un sector visto como “de hombres” al tratarse de una empresa de electricidad y agua, como es la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), donde actualmente ocupa la subgerencia.
Su ingreso a la Dirección Comercial de la ESPH en agosto de 2004 fue visto por ella casi como “una respuesta del cielo a su pedido”, porque en la empresa donde laboraba se le complicaba pasar tiempo con su hija.
Hoy su hija Nicole ya es una joven universitaria, quien asegura que su madre es especial, siempre pendiente de ella y su padre, “un gran ejemplo”.
El apoyo hacia Nicole siempre ha sido fundamental para Laura, quien asegura que de los momentos más lindos vividos entre madre e hija fue la etapa de la joven en el deporte, donde destacó en el baloncesto, siendo incluso seleccionada nacional.
Gracias a su experiencia Laura Castro, afirma que es importante darle espacios a la mujer, siempre en un clima de igualdad real, donde se destaque el conocimiento de la persona.
¿Cómo ha logrado el balance entre ser madre y profesional?
Siempre antepongo las necesidades de mi familia. Mi responsabilidad profesional es alta, pero mi familia es mi prioridad. He contado con un gran compañero que me apoya en todo. También soy profesora universitaria, lo que añade más retos, pero he aprendido a gestionar mi tiempo y responsabilidades.
¿Alguna vez ha sentido que la minimizan por ser mujer?
Todas las mujeres hemos sentido en algún momento que se nos minimiza. Pero yo no impongo, dejo que mi trabajo hable por mí. He tratado de ser un ejemplo y brindar oportunidades igualitarias. Creo en dar las mismas oportunidades a mujeres y hombres, siempre basándome en el mérito, sin importar el género.
¿Alguna vez pensó en dejar el trabajo para dedicarse a su hija?
Sí, cuando mi hija era pequeña y mi trabajo requería mucho tiempo.
Recuerdo que mi anterior jefe me ofreció un ascenso que implicaba trabajar en otro lugar, lo cual era complicado como madre primeriza; sin embargo, acepté el reto, aunque significara sacrificar tiempo con mi hija.
Un día mi madre me dijo que mi hija la llamaba «mamá» a ella, esto me marcó profundamente, y le pedí a Dios que me abriera una oportunidad más cerca de Heredia. Un día cuándo iba para el trabajo, vi el rótulo de la ESPH y me dije: ¡qué lindo trabajar aquí!
A los pocos días me llamó una amiga para preguntarme si sabía de alguna persona interesada en asumir la Dirección Comercial en la ESPH, y sin dudarlo le dije: ¡claro yo! ¡Eso fue como un milagro!
¿Cómo fue su inicio en la Empresa?
Mi rol principal era profundizar y estandarizar los servicios de la institución, buscando siempre la mejora continua y la satisfacción del cliente. Le puse mucha pasión, enfocándome en mejorar los procesos dentro de la organización, especialmente en el servicio.
¿Cómo llega a la Subgerencia?
La ESPH tenía una Subgerente de muchos años y yo siempre fui parte de un grupo de directores que apoyaba su gestión. Creo que lo que catapultó mi ascenso fue mi participación en la Junta Directiva, en representación de los trabajadores, lo que me permitió llegar a la presidencia.
Siempre busqué un balance entre las necesidades de los empleados y la administración y también asumí un rol que no se veía mucho para las mujeres en la Empresa.
Conociendo tanto de la Empresa, ¿tiene alguna meta o proyecto específico?
Sí, estamos en un contexto muy desafiante con cambios complejos en el entorno y leyes que afectan el mercado de energía. Nuestra meta es implementar cambios necesarios, mejorar la productividad y automatizar procesos.
Queremos ser una Empresa a la vanguardia, innovadora y que permanezca en el tiempo y es crucial capacitar a nuestro personal para adaptarse a estos cambios.
¿Qué mensaje les daría a las madres trabajadoras?
Les diría que sean benignas consigo mismas. Ser madre es una de las labores más profundas y valiosas.
La prioridad de una mujer siempre debe ser su familia, y eso es lo que fortalece a nuestra sociedad, pero también podemos desarrollarnos como profesionales y amar lo que hacemos.
¡Les deseo un feliz día a todas las mamás!