Fotos Cortesía UNA
Con la comunidad herediana y por media calle, así se celebró el 50 aniversario de la creación de la Universidad Nacional, la universidad necesaria para darle oportunidades a los menos privilegiados de alcanzar el sueño de obtener un título universitario.
Recordando el desfile que hicieron 50 años atrás, los fundadores acompañados de muchos heredianos, desde el centro de Heredia hacia el lugar donde abría sus puertas la naciente Universidad, el 14 de marzo de 1973, los funcionarios, estudiantes y autoridades de la UNA, desfilaron esta vez desde el campus hacia el parque central de Heredia.
Un pasacalle muy colorido, con participación de estudiantes de los diferentes colegios y escuelas de Heredia, con mascarada y cimarrona; al mejor estilo herediano se vivió la fiesta que arrancó desde muy temprano, continúo con los actos oficiales, pero no terminó allí, ya que en la feria con diferentes puestos contaban con información de sus proyectos, para compartir con la comunidad el quehacer universitario.
El objetivo fue celebrar con la comunidad los primeros cincuenta años de la UNA, orgullo de la provincia, aunque por sus aulas pasan estudiantes de diferentes partes del país, e incluso se ha acercado a los lugares más remotos con las sedes, de manera que continúa cumpliendo su objetivo: acercar el sueño a los menos privilegiados.
“Iniciamos con la amplitud de miras de un Benjamín Núñez, fundador y primer rector, quien tuvo que tejer lo hilos políticos, presupuestarios y filosóficos para diferenciar esta propuesta educativa de otras, concibiéndola desde el principio como una entidad con propósito, forma y contenido: necesaria para poblaciones en exclusión social, necesaria porque buscaría adaptarse a personas en posición de desventaja, necesaria para fomentar una Costa Rica más solidaria, próspera e igualitaria, donde la educación superior no estuviera solo al alcance de unos cuantos habitantes de la Gran Área Metropolita”, dijo Francisco González, rector de la UNA.
La sorpresa la dio durante el acto oficial la alcaldesa de Heredia, Angela Aguilar, quien con palabras muy sentidas y la voz entrecortada, agradeció a la Universidad Nacional por el programa de becas que le permitió a una joven de muy escasos recursos, estudiar.
Quiero agradecer a la UNA por tener un programa de becas que promueve la movilidad social, gracias porque en 1986 aceptaron en el campus Omar Dengo a una joven de zona rural, hija de padres campesinos que no pudieron ir a la escuela, le aprobaron una beca a una joven que durante la escuela y colegio se alumbró con candela y canfinera, donde para bañarse tenía que sacar agua del pozo, donde para ir al servicio sanitario tenía que ir 25 metros a un servicio de hueco. Gracias a la Universidad Nacional, hoy esa joven está aquí frente a ustedes como alcaldesa de uno de los principales cantones del país, que ocupa los primeros indicadores a nivel nacional en competitividad, accesibilidad e inclusividad. Vine a decirles hoy que soy creyente de la educación pública, porque transformó mi vida y mediante esa transformación, he podido apoyar para otras familias salgan adelante”, contó doña Angela.
