El cantón de Santa Bárbara tiró la casa por la ventana para festejar sus 137 años de cantonato durante el mes de setiembre y quedan aún más celebraciones, ya que el gran día del cantonato el 29 de setiembre se festejará con un acto solemne en el parque a las 10 de la mañana, también exposición de fotografías antiguas.
En el parque central tendrán feria, zumba, cimarrona y mascarada para cerrar las celebraciones con el concierto a las 7 de la noche, con el grupo Percance.
El mes de cantonato se caracteriza por la cimarrona y mascarada en el parque al mediodía todos los días que son disfrutados por la comunidad, que en gran medida se dan cita para celebrar.
Y por cuarto año consecutivo se realizó el Desfile de Boyeros para resaltar la tradición del cantón, de vocación agrícola y con fuertes raíces católicas, de hecho, el nombre tiene su origen en la fe que tenían las familias del siglo pasado, quienes se reunían en la casa de una vecina que tenía una imagen para pedir cuando había tormentas, que eran muy frecuentes.
137 AÑOS DE HISTORIA
El territorio que actualmente corresponde al cantón de Santa Bárbara fue habitado por aborígenes del llamado Reino Huetar de Occidente, que a inicios de la conquista eran dominados por el Cacique Garabito.
La reseña histórica elaborada por Rose Marie Hernández, para la UNED, indica que Santa Bárbara comienza a ser mencionada por Joaquín Mora Fernández, encargado del Gobierno de la República de buscar una salida al Atlántico, una de las preocupaciones de aquel entonces era buscar caminos para llegar al caribe.
Este comerciante, político y explorador, fue quien descubrió la vereda del Sarapiquí y estableció un cuartel en el paraje de Santa Bárbara. Lo que había en ese entonces eran veredas casi intransitables. Joaquín Mora convirtió a Santa Bárbara el centro de operaciones.
“Recordemos que, a principios del año 1663, en Cartago se procedió a un repartimiento de potreros para ganado y labranza en el valle de Barva. Uno de los beneficiados fue Joseph de Sandoval Ocampo, a quien le correspondió lo que hoy es la Villa Jesús. Otras de esas tierras de distribución fueron las conocidas como Los Anonos o Tepatalonga, que se encontraban al norte de la actual ciudad de Santa Bárbara y de Villa San Pedro.
“En el año 1825, el inglés John Hale denunció y obtuvo las tierras que se encuentran en lo que al presente corresponde al distrito de Santo Domingo, las cuales se conocían desde esa fecha como «del inglés». Esos terrenos fueron vendidos en 1836 a los vecinos de Santa Bárbara, San Pedro, San Juan de Jesús, quienes lo pagaron con los beneficios que obtenían con las ventas de dulce. (Zúñiga, 1986: 33).
Los primeros pobladores de Santa Bárbara fueron en su mayoría heredianos y barveños que se animaron a irse más hacia el norte en busca de tierras para cultivar y formar sus familias, así surge la identidad barbareña, de hombres y mujeres visionarios, trabajadores y con sus raíces arraigadas en la labranza de la tierra.
A partir del año 1813, se estableció en Heredia la primera Municipalidad y ante ella debían llevar los vecinos de los barrios, también llamados cuarteles, sus “problemas”. Se cita que para ese año se registró la primera agrupación de pobladores, conocida como El Barrio Targuaces, llamado actualmente San Pedro de Santa Bárbara”, indica la investigadora.
Los pobladores muy católicos se preocuparon por tener un templo para reunirse, y en 1837 solicitaron permiso para construir la primera ermita, que se ubicó a solo 200 metros de dónde se construyó el actual templo, el cual se comenzó a construir en 1852, con el aval del primer obispo del país, monseñor Anselmo Llorente y Lafuente.
Los barbareños sabían la importancia de la educación y por ello muy rápido se esforzaron en contar también con la primera escuela, en 1860, y el primero en impartir clases de escritura fue el zapatero Tomás Redondo. Luego llegó el primer maestro oficial, un herediano, Diego Trejos. Curiosamente, el primer maestro nacido y formado en el cantón se convirtió con el paso del tiempo en el primer alcalde, se trató de Florentino Cortés, quien asumió la alcaldía en 1855.
En 1951 se inauguró la escuela actual, bautizada con el nombre de Juan Mora Fernández, durante el gobierno de Otilio Ulate Blanco, y en 1973 nace el Liceo de Santa Bárbara, en las instalaciones que ocupó la escuela.
Antes de ser nombrados cantón, la villa de Santa Bárbara contaba con ocho faroles instalados en 1896 que cumplían la función de alumbrado público, cerca de la plaza. Pero en 1914 aprovecharon las aguas del río Porrosatí para generar energía hidroeléctrica y dar luz a la cabecera del cantón y la comunidad de San Juan.
Luego llegó la cañería de agua potable, tomada del Río Potrerillos, y años después se construyeron las cañerías para San Pedro y San Juan, todo bajo los gobiernos de Ricardo Jiménez.