Herediano de nacimiento, Alfredo González Flores nació un día como hoy: el 15 de junio, pero de 1877, fue el mayor de 18 hermanos, hijo de Domingo González y Elemberta Flores.
Estudio en el Liceo de Costa Rica en 1896, luego estudió Derecho, se incorporó al Colegio de Abogados el 1 de septiembre de 1902.

Se casó el 14 de mayo de 1922 con Delia Morales Gutiérrez, con quien compartió toda su vida y más allá, ya que sus restos reposan juntos en el Cementerio Municipal de Heredia. Su segundo gran amor fueron las Ciencias Económicas.
Fue diputado por el Partido Republicano de 1910 a 1914, periodo en que presentó un proyecto de ley para crear un banco hipotecario, que fue aprobado en el Congreso, pero vetado por el presidente de ese momento, Ricardo Jiménez Oreamuno.
Fue Primer Designado a la Presidencia y llamado al ejercicio del poder el 8 de mayo de 1914 por el Congreso, como resultado de un pacto entre las dos agrupaciones políticas con mayor número de votos: el Partido Republicano y el Duranista, porque ninguno de los tres partidos en lucha obtuvo en las elecciones la mayoría absoluta.
En su periodo como presidente fundó la Escuela Normal de Heredia en 1915, donde se formaría los maestros del país. También creó el Banco Internacional de Costa Rica, que pasaría luego a ser el Banco Nacional.
También creó las Juntas de Crédito Agrícola, y estableció los almacenes generales de depósito y la Tributación Directa.
A dos años de haber asumido el gobierno, Federico Tinoco, su Secretario de Guerra le dio un golpe de Estado.
Estuvo exiliado en los Estados Unidos de 1917 a 1920. En 1920 publicó la obra El petróleo y la política de Costa Rica
A su regreso su afán de servicio lo llevaron nuevamente a ocupar cargos públicos, como en la Junta Nacional de Electricidad, de la cual también fue fundador; fue presidente de la junta de la Escuela Normal, de la Municipalidad de Heredia y de la junta directiva del Banco Nacional.
Antes de morir dejó separados de entre sus bienes varios terrenos para que se construyera el Hogar de Ancianos de Heredia que lleva su nombre y el de su esposa, como homenaje a quienes siempre se caracterizaron por un gran espíritu de servicio.
