Tras agradecer a todos los voluntarios que participaron en el proceso de este domingo, José María Figueres aseveró que hoy está en juego algo más grande que la Presidencia de la República, porque lo que está en juego es el rescate de la Patria.
“Está en juego el rescate de la Patria, la reconstrucción de una sociedad devastada por la pandemia, la improvisación y la falta de rumbo. Vivimos la mayor debacle social y económica de los últimos cuarenta años”, aseveró.

Detalló que conversó ya con los otros cuatro aspirantes de las distritales y que trabajará para unir a la familia liberacionista y a todos los no liberacionistas que participaron en las elecciones para que se mantengan en la agrupación.
“Un millón y medio de costarricenses en pobreza, casi un millón trabajando en la informalidad, más de cuatrocientos mil sin empleo, y miles de empresas cerradas. Un Estado quebrado, ineficiente y obstaculizador, a pesar del arduo esfuerzo que realizan la mayoría de los empleados públicos. Un sistema de seguridad social exhausto en lo humano y lo financiero”, agregó.
“Una educación en ruinas, con una generación completa de niños y jóvenes que llevan casi cuatro años aprendiendo a medias. Una distribución inaceptable de ingresos, que nos convierte en una de las sociedades más desiguales del mundo, hecho que me duele profundamente. Un país amedrentado por el narcotráfico y el crimen organizado, cuyos tentáculos se mueven libremente por los pasillos del poder”.
“Nos encontramos divididos por nuestras creencias religiosas o nuestras preferencias sexuales, un pueblo menos tolerante y menos comprensivo del prójimo. Esta es dolorosamente la Costa Rica de hoy, una Costa Rica que urge cambiar, que urge curar”, detalló.
El precandidato liberacionista que gana la convención con cerca del 38% de los votos insistió en que las elecciones de febrero 2022 son trascendentales.
“Ocupamos al mejor equipo de mujeres y hombres al frente de una cruzada nacional para ganar y transformar. Para ganar la competencia de talento, creatividad e innovación. Para ganar la lucha contra la inequidad, la exclusión y la pobreza. Para ganar la batalla contra el cambio climático. Para transformar el temor en esperanza, el desaliento en optimismo. Para retomar la senda del desarrollo con equidad”, indicó.
“De las crisis más profundas, Costa Rica siempre ha sacado fuerzas para dar los saltos más grandes hacia adelante. Nuestra historia así lo confirma. Después de la crisis de los 40 experimentamos treinta años de robusto crecimiento y progreso social, gracias a las valientes reformas de aquella época. Después de la crisis de los 80 fuimos capaces de acelerar reformas para profundizar la inserción de Costa Rica en la economía internacional. De la presente crisis saldremos también fortalecidos”.
Aseguró que tiene esperanza porque tiene años de trabajar en el ámbito internacional, estudiando lo que hacen las naciones exitosas y comprendiendo las grandes tendencias imperantes afuera. El mundo está cambiando muy rápidamente. Extraordinarias oportunidades se abren para nuestro país.
“La revolución tecnológica, el cambio climático y la transición demográfica, desencadenaron grandes transformaciones en la forma de vivir, consumir y producir. En este nuevo mundo, Costa Rica tiene condiciones excepcionales para ganar. En 200 años de vida independiente, varias generaciones de costarricenses lucharon con determinación por anhelos compartidos: la libertad, la justicia, la solidaridad, la educación, la cultura, el progreso material, la inclusión y la protección de nuestro planeta. Esta vía costarricense al desarrollo nos da una sólida base para construir la plataforma de despegue hacia un futuro mejor”, agregó.
Sostiene que su anhelo es que todas las personas puedan tener el bien vivir, que son condiciones en la calidad de vida, como contar con casa digna, servicios de calidad, y con internet de banda ancha para conectarse al mundo.
Incluyó entre esas necesidades del buen vivir la seguridad de no vivir con rejas, respetar todos los derechos de las personas, las creencias y las preferencias de los demás, contar con sistemas modernos e integrados de movilidad, desde ferrocarriles hasta ciclo vías, utilizando solo energías limpias, entre otros. Además de gobernar con ética y transparencia.
«El bien-vivir es nuestro norte, la estrella que guiará nuestras decisiones y nuestras acciones. Esta es mi promesa solemne al pueblo de Costa Rica esta noche», finalizó.