La experiencia de agentes del OIJ que llegaron a la vivienda donde permanecía un hombre de apellido Buzano, para llevarlo a realizar pruebas en la Medicatura Forense, como parte de la investigación de la desaparición de su pareja sentimental, permitió que ubicaran el cuerpo de la joven.
Buzano vivía con Nadia Peraza en El Bajo de Los Molinos, vivienda que también estaba siendo allanada la tarde del viernes, para dar con él, y por razones que no se detallaron por las autoridades, se trasladó a vivir a esa vivienda en Barrio María Auxiliadora, pero entre las pocas cosas que trasladó, figura una refrigeradora, que curiosamente nunca pasó del corredor; sin embargo, nadie sospechaba del electrodoméstico que permanecía en el corredor.
Sin embargo, en los agentes judiciales que llegaron el viernes a realizar el allanamiento para detener a Buzano, como sospechoso -sin haber encontrado el cuerpo- se despertó la malicia por el electrodoméstico y solicitaron permiso para abrirlo.
La sorpresa fue que al destaparlo, salió un olor nauseabundo, y sospecharon que dentro estaría el cuerpo de la joven asesinada.
Debieron pasar cerca de 24 horas para que la orden de abrirlo llegara, y con ella confirmar que dentro estaban restos de un cuerpo que había sido descuartizado para depositarlo dentro de la refrigeradora.
Aunque pasarán dos semanas aproximadamente antes de que estén los resultados de adn practicados a los restos, las autoridades dan por un hecho que el sospechoso del crimen es Buzano, su pareja sentimental, y por ello, iba a ser detenido para indagarlo, aún sin el cuerpo de la víctima.
El sujeto se mantiene detenido desde ayer a la espera de que se fije la hora de la audiencia en la cual un juez determinará si las pruebas son suficientes para dejarlo en prisión preventiva mientras continúa la investigación, o si por el contrario, lo deja en libertad con medidas alternas.